Cherreads

Chapter 183 - Capítulo 27: La Sintonía de la Guardiana

La atmósfera en la base temporal en Alberta, o en cualquier campamento discreto donde el vasto convoy hiciera un alto, podía ser de tensión logística o de agotamiento militar. Pero para Ryuusei, había una capa adicional de intensidad: el peso de su secreto revelado y la presencia constante e implacable de Snow. Después de la conversación, el enfoque del entrenamiento había cambiado, o más bien, se había añadido una dimensión completamente nueva.

Snow buscó a Ryuusei cerca del perímetro de la base temporal, un lugar donde el aire fresco del bosque ofrecía una relativa calma lejos del bullicio militar. La figura imponente del Heraldo Titán era una presencia discreta pero ineludible.

—Entiendes el riesgo —dijo Snow, su voz resonó con la quietud de la naturaleza circundante—. El precio que has temido. El miedo a la ceguera. Es real.

Ryuusei asintió. Lo sentía. La sola idea de desplegar la plenitud de sus Poderes de Caos y Paz activaba un escalofrío visceral, una advertencia silenciosa de su propio cuerpo.

—Sin embargo —continuó Snow—, esos poderes son parte de ti. Son el potencial que Lara vio. Necesitas integrarlos. No necesariamente desatarlos en su máxima expresión de inmediato, sino comprenderlos. Sentir su origen. Buscar el control.

Snow se detuvo, sus ojos parecieron fijos en algo que solo él podía ver en el horizonte lejano. —Tu poder es una dualidad. Caos y Paz. Oscuridad y Luz. Yin y Yang. El riesgo de ceguera, el precio… está ligado a la falta de balance entre esos dos aspectos. Si favoreces uno sin comprender el otro, si intentas forzar la plenitud sin armonía… el sistema busca el equilibrio quitándote un sentido vital. La vista, que percibe la luz (Yang) y la ausencia de luz (Yin).

La explicación de Snow era críptica pero tenía una lógica brutal. El precio de la ceguera era una manifestación del desbalance interno de su propio poder.

—Para empezar —dijo Snow, volviendo su atención a Ryuusei—, enfócate en sentir esas corrientes dentro de ti. La energía que impulsa tu Aura de Resistencia (Paz/Yang) y la energía que daría forma al Toque de la Entropía en tus armas (Caos/Yin). Son manifestaciones fundamentales de cada lado. Intenta sentirlas por separado. Luego juntas. Busca el punto medio. El balance. Es ahí donde reside el control sin el precio.

Ryuusei asimiló el consejo. El entrenamiento ahora era tanto interno como físico. No solo soportar daño, sino sentir las corrientes místicas dentro de él, la dualidad de sus propios poderes. El miedo a la ceguera seguía presente, una barrera psicológica inmensa. Pero la necesidad de poder para enfrentar a Aurion, para proteger a los suyos, era una fuerza impulsora mayor.

Durante los días siguientes, entre las agotadoras sesiones físicas con Snow (que continuaban, aunque ahora con el enfoque añadido de sentir su aura y sus corrientes de energía mientras se regeneraba dolorosamente), Ryuusei dedicó momentos a la meditación y la concentración. Intentaba sentir esas dos fuerzas dentro de sí: el Caos destructivo y la Paz creativa. Era difícil. Parecían escurridizas, mezcladas con su aura base. Y la sola contemplación de activarlas traía el escalofrío del miedo.

Pensó en Nora. En la Tortuga Viviente. En la gigante dormida bajo la tierra. En la conexión que sentía con ella, especialmente al dormir, ese afecto pasivo. Quizás… quizás la respuesta no estaba solo dentro de él, o con Snow. Quizás Nora, un ser tan antiguo y ligado al planeta, con una energía tan vasta y dual (tierra y vida), podría ofrecer una comprensión.

En un momento de quietud, alejado del bullicio de la base, Ryuusei se sentó en el suelo, cerró los ojos y dirigió su conciencia, su aura, su voluntad… hacia donde sabía que Nora estaba, oculta bajo la tierra, a pocos kilómetros de distancia. No buscó control. No buscó despertar. Buscó… sintonía. Comprensión. Enfocó la dualidad de sus propios poderes, intentando que resonaran con la vasta presencia que sentía.

Esta vez, fue diferente. La pared que sentía antes… cedió. Una resonancia vasta y abrumadora se abrió. No era solo un sentimiento. Era… una conexión abrumadora y consciente. Una mente antigua abriéndose a la suya.

No hubo palabras audibles al principio. Solo una inundación de sensaciones, imágenes y conocimiento directamente en su mente. Sintió la inmensidad de Nora, la paciencia de eones, la conexión con la tierra misma. Era como beber directamente de una fuente de sabiduría geológica y cósmica.

Y en medio de esta vasta comunicación, Nora le habló. No con una voz humana, sino con una transferencia directa de comprensión. Sentió la explicación, clara y profunda, sobre la naturaleza de sus propios poderes. Nora, la Guardiana, entendía el Yin y el Yang, el Caos y la Paz. Sentía que Nora le mostraba que sus habilidades no eran una maldición o un regalo al azar, sino una manifestación de esa dualidad universal.

Nora le explicó que el riesgo de ceguera no era un castigo, sino una consecuencia de desbalance. Como si el universo mismo, o la fuente de ese poder, buscara la armonía. Usar un lado sin el otro, o intentar forzar ambos sin integración, rompía el equilibrio. Y el precio era la visión, el sentido que representaba el balance primario entre luz y oscuridad. La clave para usar sus habilidades sin el precio… era encontrar y mantener el balance perfecto entre sus aspectos de Caos y Paz, integrarlos, hacerlos uno.

La comunicación de Nora no terminó ahí. Fluyó otra comprensión. Nora le mostró que su conexión con ella era profunda, un vínculo de líder y guardiana que resonaba con su propio propósito. Y a través de ese vínculo, Ryuusei sentía una influencia directa sobre la propia forma de Nora. Ella le comunicó que, a través de esa conexión y su voluntad, podía controlar su tamaño. Podía ordenarle crecer, o hacerse más pequeña.

Nora le transmitió que podía convertir su caparazón en una base más grande de lo que era ahora, lo suficientemente vasta para albergar cómodamente a todo el ejército de Operación Kisaragi y sus recursos. No su tamaño de "cordillera" completo, que requería condiciones y propósitos diferentes, sino un tamaño grande, adaptable, pero no descomunal de una manera incontrolable. La Tortuga Viviente, la Fortaleza, podía expandirse o contraerse bajo su mando.

Ryuusei abrió los ojos, jadeando ligeramente, la conexión vasta y resonante aún vibraba en su mente. Estaba de vuelta en el perímetro de la base, pero todo se sentía diferente. Tenía un nuevo nivel de comprensión sobre sus propios poderes, explicado por la misma base viviente que habitaba. Y sabía que podía controlar el tamaño de esa base.

Snow estaba allí, observándolo. El Heraldo Titán no preguntó qué había pasado. Sus ojos parecieron evaluar el cambio en la presencia de Ryuusei.

—Lo has sentido—dijo Snow. No era una pregunta.

Ryuusei asintió, todavía procesando la magnitud de la revelación. No solo el qué de sus poderes, sino el por qué del riesgo y el cómo superarlo. Y el conocimiento de que su base era maleable a su voluntad.

La Sintonía con la Guardiana se había logrado. Los Ecos del Poder dual habían sido comprendidos a un nuevo nivel, explicados por una fuente insospechada. El entrenamiento continuaría, pero ahora Ryuusei tenía un objetivo claro: dominar el balance para evitar la ceguera y desbloquear todo su potencial… y tenía una base viviente cuyo tamaño podía controlar. La siguiente fase de la Operación Kisaragi acababa de adquirir una nueva y sorprendente dimensión.

More Chapters