Cherreads

Chapter 3 - Capítulo 3: Una revelación—Astral Dress-Princess Type Weapon-[Sandalphon]

Capítulo 3: Una revelación-Astral Dress-Princess Type Weapon-[Sandalphon]

Parte 1

18 de abril, 5:55 p.m.

El día casi había terminado. Kamijou Touma caminaba solo hacia la salida del distrito comercial con una bolsa de comestibles del supermercado en una mano. Un grupo de estudiantes pasó junto a él; aunque no alcanzó a escuchar con claridad de qué hablaban, podía imaginar la dirección de la conversación.

—...que frustrante.

Acababa de ingresar a una nueva preparatoria, y no tenía aún amigos ni con quién hablar. Solo pensar en eso lo hacía sentirse como un antisocial sin remedio.

Quizá estaba exagerando. Después de todo, no pertenecía realmente a este mundo. Su existencia aquí era un accidente, algo que nunca debió suceder. No sabía cómo ocurrió. Simplemente... pasó. Como si alguien lo hubiera empujado fuera de su realidad o si su presencia tuviera un propósito más allá de su comprensión.

A pesar de que probablemente nunca regresaría a su mundo, aún albergaba la esperanza de encontrar el camino de vuelta. Incluso en las situaciones más desesperadas, siempre había logrado encontrar una salida.

En ese momento, Kamijou se detuvo en seco.

A unos cinco metros, justo debajo de un poste de luz, una chica —que parecía ser de su misma edad escolar— estaba de pie. Observándola mejor, notó que parecía estar esperando a alguien.

—Hacer esperar a una chica… qué maleducado. Lo siento por ella —comentó en voz baja.

La chica, al parecer escuchando su voz, giró lentamente hacia él. Su largo cabello púrpura oscuro se movió suavemente, como una cortina al viento, dejando ver su rostro.

Kamijou contuvo el aliento.

—...Uuu...

Era increíblemente hermosa. Su piel blanca como la porcelana contrastaba con sus ojos morados con destellos rosados y amarillos que brillaban con un aire misterioso. Tenía un cuerpo tan desarrollado que haría que incluso otras chicas de preparatoria la miraran con cierta envidia.

Si tuviera que describirla, "princesa" sería la palabra adecuada. No solo por su belleza, sino también por la armadura o vestido que llevaba, el cual irradiaba una luz misteriosa, como si realmente fuera de sangre real.

—Ooooh, te encontré —dijo esa chica con una sonrisa.

Kamijou dio un par de pasos atrás de manera instintiva. Aquella voz dulce lo sacudió por dentro, y por un segundo, su mente quiso perderse en la idea de besar esos labios.

Esa chica tenía una belleza casi irreal.

—Te tomó mucho tiempo.

Su voz dulce y con un tono algo molesta, hizo que su mente estallará en muchas emociones.

Kamijou pensó que la chica se dirigía a otra persona, así que se hizo a un lado para que esa persona pudiera alcanzarla.

—¿Qué está pasando...? —murmuró, al notar que no venía nadie más. Observó a su alrededor, pero la calle estaba vacía.

(¿No me digas que... la persona que esperaba era yo? No, eso es imposible...)

—¡Oye! ¿Por qué no te acercas? —dijo ella, cada vez más molesta.

—¿"Te encontré"? ¿Te estás refiriendo a mí? —preguntó Kamijou, aún incrédulo.

—¡Claro! ¿Por qué pensaste que hablaba de otra persona?

Su mente no podía procesar lo que estaba ocurriendo.

Kamijou finalmente habló.

—Es evidente. No te conozco de nada… ni recuerdo haberte visto antes, ¿Qué asuntos podría tener una chica como tú conmigo? ¿No te confundiste con otra persona, princesa-sama?

—¡Qué absurdo! ¡Claro que nos hemos conocido! ¿Eres tan tonto que no lo recuerdas?

Al gritar, una pequeña aura oscura comenzó a rodearla, como manifestando su molestia. Los ojos de la chica brillaron con una tenue luz roja, haciendo que Kamijou se pusiera en guardia.

—...Eso significa que sí.

Ante la respuesta vacilante del chico, la chica apretó su puño derecho.

—Por supuesto que sí. Eres el chico intruso que llegó a mi lugar de descanso.

—¡Espera! ¡¿Cómo pasó todo esto?!

Sin responder a la pregunta de Kamijou, la chica continuó hablando.

—¡Lo peor es que me hiciste esperar mucho tiempo! ¡Así que vine a este mundo para encontrarte!

—¿Hacerte esperar? No entiendo... ¿Dónde crees que nos conocimos?

No bromeaba, realmente no tiene recuerdos de lo que esta chica—desconocida decía.

—Así que no lo recuerdas...

Ella murmura con decepción.

Kamijou guardó silencio, observando con más atención el vestido o armadura de la chica.

(¿Será una cosplayer? Ya que intenta parecer a un personaje tipo "Princesa" de algún anime...)

Lo extraño era que el tipo de material en cual estaban hechas no era una tela convencional más bien parecían ser de metal. Además, las costuras, partes internas, falda, y demás, estaban compuestos de una misteriosa luz que ni siquiera parecía ser materia física.

—Tu vestido es muy extraño. ¿Qué tipo de material? ¿Eres una chica cosplay que viene a un evento de anime?

—¿Uh, Chica Cosplay...? ¿Qué es una chica cosplay?

Ella se da la vuelta con un "Humph".

—No lo sé. No sé de qué estás hablando.

—¿De verdad no lo sabes, o solo finges? Además, ¿por qué llevas algo tan llamativo? No creo que haya ningún evento de anime por aquí.

—¿Qué pasa con mi atuendo? ¡¿Tienes algún problema con él?!

—No es eso, es solo que...

Kamijou desvió la mirada, un leve sonrojo en el rostro.

No pudo evitar notar cómo el escote dejaba entrever parte del busto, y la falda, casi translúcida, dejaba al descubierto unas largas y delicadas piernas.

—...Es un poco revelador.

—¿"Un poco revelador"? ¿Qué quieres decir con eso?

La chica del vestido miró su escote y luego al chico, y entendió a qué se refería.

—¡Deja de mirarme así!

—¡¿Eh?! ¿Cómo te estoy mirando?

—¡Humano perverso! —exclamó, cubriéndose el pecho con un sonrojo.

—¡Espera, ¿por qué me llamas así?! ¡Ni siquiera hice nada!

—Hace un momento estabas mirando mi cuerpo sin decir nada, así que... ¡Tú solo deseas satisfacer tus necesidades perversas con mi cuerpo! ¡Pensé que eras diferente...!

Al escuchar eso de la chica del vestido, el rostro de Kamijou se enrojeció fuertemente.

¿Escucho bien? Esa chica lo está acusando de ser un chico pervertido.

—¡Espera... creo que confundes las cosas! ¡Solo comenté sobre tu vestido! ¡Nada más! ¡Por favor, no confundas las cosas! ¡Kamijou-san no quiere que la gente piense que estoy acosando sexualmente a una chica!

Kamijou retrocede y se da la vuelta, y dice en voz baja.

—Primero, vienes a decirme que me conoces y luego quieres acusarme falsamente. Mejor será que me retiré.

Estaba a punto de marcharse cuando la chica lo sujetó del hombro con fuerza sorprendente.

—¡Detente! ¡Aún no hemos terminado esta conversación! ¡No puedes irte! ¡No tienes permiso!

Intentó zafarse, pero no pudo. Era mucho más fuerte de lo que aparentaba.

El único camino era enfrentarla.

—¡¿Qué está pasando?! ¡Tengo que alejarme! ¡No quiero que me acusen de algo que no hice!

—¡Olvida eso! ¡Lo que quiero es que cumplas tu promesa!

En respuesta a lo que acaba de decir la chica misteriosa, un signo de interrogación flotó por encima de la cabeza de Kamijou.

—¿Una promesa...? ¡Espera! ¡No me pidas algo como "vas a hacerte responsable" y lo que eso implica! ¡Tampoco quiero ser padre tan joven!

—¡¿Qué?! ¡¿Te golpeaste la cabeza y lo olvidaste, Kakmijou Touma?!

—Como te dije, no recuerdo haberte visto. ¡Espera! ¿Cómo me llamaste?

Se da cuenta de que su nombre ha sido pronunciado mal.

—Kakmijo Toma.

—¡No es así! ¡Es Kamijou Touma! ¡Ka-mi-jou Tou-maaa! ¡No lo digas mal!

—Umu. Entiendo...

Ella asintió, cruzándose de brazos.

—¿Por qué tengo que corregir eso...? —suspiró Kamijou—. ¡Espera! ¿Cómo sabes mi nombre?

—Tú me lo dijiste.

—Vaya... Bueno, no puedo negar el hecho de que sabes mi nombre. Es cierto que apenas ayer salí del hospital, pero si realmente hubiera conocido a una chica tan hermosa y hecho una "promesa", lo recordaría.

—¿Hospital? ¿No regresaste a tu mundo?

—¿Q-Qué dijiste?

—Tu mundo... ¿No es este el mundo humano?

—No. Este no es mi mundo. Un humano en el mundo humano.

Kamijou la miró con seriedad.

—Parece que tenemos muchas cosas de qué hablar. Pero antes de continuar, ¿no crees que deberíamos presentarnos primero?

Kamijou vuelve a suspirar.

—Mi nombre es Kamijou Touma, ¿y tu nombre?

Al ver que era su turno de presentarse, la chica de cabello púrpura bajó lentamente la mirada.

—No tengo un nombre —murmuró con voz apagada.

Sus ojos reflejaban una tristeza silenciosa.

—Pero… puedes llamarme Princess, si quieres.

—¿En serio? ¿De verdad no tienes un nombre? —preguntó Kamijou, sorprendido.

La chica lo miró directamente. Había una tenue humedad en sus ojos, como si le pidiera que dejara de hablar de eso.

—Bueno… si así lo prefieres —aceptó Kamijou, no muy convencido—. Aunque, se siente raro llamarte por un apodo.

No parecía convencido de esto, pero algo le decía que no se involucraría en este asunto. Tal vez no se sentía lo suficientemente segura como para decir su verdadero nombre.

Era una chica extraña.

—Cambiando de tema, quiero que me digas cómo sabes mi nombre… y cómo me conoces —añadió, con el ceño fruncido.

Ella suspira.

—Como quieras. Todo empezó cuando viniste al lugar donde duermo.

—¿Qué...? ¿Estuve acosando a alguien?

—No. Tú dijiste que estabas perdido en el espacio oscuro y me pediste ayuda. Al principio me negué… incluso te ataqué.

—¿¡Me atacaste!? ¿¡Cómo y por qué!?

—Eso no importa ahora. Lo que quiero es que me devuelvas el favor.

Kamijou arqueó una ceja.

—¿Devolverte el favor? Para ti eso suena algo importante.

—Lo es. Es hora de que cumplas tu promesa. Una promesa es una promesa. ¡Definitivamente tienes que hacerlo!

—¡Pero ni siquiera me dijiste de qué promesa hablas!

—Tu promesa es ayudarme a conseguir información sobre este mundo. Es súper importante.

Mientras hablaba, la chica pisó con fuerza el suelo. Al instante, una sacudida estremeció el lugar, como si un temblor focalizado golpeara directamente bajo sus pies.

Y entonces gritó:

—¡SANDALPHON!

Una intensa luz emergió entre ella y Kamijou.

La claridad era cegadora, obligándolo a cubrirse con la mano derecha.

Aquello que apareció en medio de esa luminosidad… no era de este mundo.

Sin forma física al principio, la entidad fue contenida por la mano derecha de Princess, y, como si obedeciera su voluntad, adoptó la forma de una espada. Una hoja ancha, de metal brillante y energía púrpura flotaba frente a los ojos del chico.

Destellaba como un arco iris, como una estrella. Una espada única, imposible de ignorar.

—Este es mi ángel: Sandalphon —declaró con firmeza.

—¿Sandalphon...? —repitió Kamijou, boquiabierto ante el espectáculo.

¿Eso era magia?

Definitivamente lo era. Esa chica. Ella era una chica mágica.

—¡¿Eres una chica... mágica?!

Kamijou Touma había vislumbrado lo sobrenatural muchas veces: magos, santos, ángeles, espers… y ahora, probablemente, también chicas mágicas. No descartaba la existencia de demonios, espíritus o youkais.

La chica inclinó la cabeza, confundida.

—¿Chica mágica?

—¡Sí! Como en esos animes de fantasía. Algunas hacen un deseo, y dependiendo de la fuerza de su voluntad, obtienen grandes poderes. A veces incluso se les encomienda una misión, como proteger el mundo... ¿Puella Magi Madoka Mágica? Bueno, tal vez no sea el mejor ejemplo para algo tan noble como salvar el mundo, porque en esa serie las chicas también pueden tener motivaciones puramente egoístas.

—¿De qué hablas...? ¿Y qué es eso de chicas mágicas?

—Ah, olvídalo. No debí hablar de anime con una desconocida. No es mi estilo, es solo que una conocida suele ver ese tipo de contenido.

Y entonces, sin advertencia, Princess le apuntó con la espada, deteniéndola a un dedo de su nariz.

—Antes de que digas algo más, quiero que sepas que si descubro que me estás engañando. Abriré un túnel de aire en tu cuerpo.

—¡¿Qué?! ¡Espera! ¡Primero dices que me conoces y ahora me amenazas!

—¿Y qué querías que hiciera?

—¡No sé! Tal vez un saludo amable. Algo como: ¡Oh, héroe! ¡Llévame contigo y conozcamos este mundo juntos! ¡Y también qué tal si nos descubrimos a nosotros mismos! ¡No sé qué haría sin ti! ¡Vayamos a combatir contra las brujas y espectros!

—No estoy tan desesperada como para decir algo así... Tonto. Tonto. Tonto.

—Ah... pues qué decepción.

Kamijou parecía disfrutar provocarla, olvidando por completo que ella lo tenía a merced de una espada mágica.

—¿Uh? ¿Por qué te quedaste callada, Princess-sama?

—...Yo...

La chica "Princess-sama" apenas hablaba como si estuviera conteniendo sus palabras.

Lágrimas comenzaron a asomarse en sus ojos. Su rostro mostraba una mezcla de rabia y dolor. Bajó la mirada, tratando de ocultarse.

—Tonto...

—¿Eh...? —Kamijou se quedó sin palabras.

La espada tembló peligrosamente cerca de su cuello.

—Ah, no. Puedes bajar eso. No hay necesidad de que me apuntes con esa espada.

Algo en su interior le advirtió que no debía provocarla más.

—¡Vas a pagar esta humillación, tonto!

—¡¿Pagar?! ¡No, espera! ¡Por favor, no hagas eso!

La chica lo fulminó con la mirada.

Y entonces, una alarma retumbó por toda la ciudad de Tenguu.

—¿Un terremoto espacial...? ¿Ahora?

Mientras veía a las pocas personas a su alrededor dirigirse a los refugios subterráneos, Kamijou se voltea a mirar a la chica.

Sin embargo, la chica permanecía mirando el cielo oscuro de la noche.

—¡Lo que me faltaba! Tengo que irme antes de que lleguen aquí.

—¿Antes de que lleguen aquí?

Kamijou no entendía. Sus palabras no eran exactamente un aviso. Sonaban más... como si estuviera escapando de algo o evitar algún tipo de confrontación.

—La próxima vez no seré tan amable contigo.

Eso fue todo lo que dijo, como una amenaza.

La chica "Princesa-sama" abandonó el lugar cuando voló, sin dar la oportunidad de responder al chico de pelo negro puntiagudo.

Kamijou se quedó allí, sin saber cómo reaccionar.

¿Qué era lo que realmente quería esta extraña y hermosa chica?

Parte 2.

Al día siguiente, miércoles 19 de abril.

Eran alrededor de las 8:10 a.m. cuando Kamijou llegó a la escuela preparatoria.

—¿Qué está pasando? ¿Por qué hay tantos estudiantes en los pasillos?

De repente, todos los estudiantes fijaron sus miradas en las dos personas que entraron por la puerta, y especialmente en ese chico de transferencia de ayer.

(Por favor no me miren con esas miradas que dicen querer matarme... ¡Qué desgracia!)

Justo cuando Kamijou estaba por tomar asiento, Tonomachi Hiroto se levantó y lo arrastró fuera del salón.

—Ah... Me preguntaba por qué tardaste más de lo usual. Ya veo, estabas con una de las chicas más deseadas de esta escuela. Me refiero a la "Permafrost Super Genio", Tobiichi Origami.

—¿Siguen con eso? Espera, ¿dijiste "Permafrost"? ¿Y qué es eso de las chicas más deseadas?

—¡Eso dije! Vamos, no me digas que no sabías eso.

—¿Te parece que llevo mucho tiempo en esta escuela?

—Es obvio pensarlo. ¡Ohhh! ¿Acaso no puedes ver su belleza? No me digas que eres homosexual. De todos modos, ¡quiero todos los detalles de cómo tú, precisamente tú, terminaste caminando con Tobiichi a la escuela!

—¿Qué...?

Kamijou frunció el ceño y apretó su puño derecho, decidido a golpear a ese idiota.

Sin embargo, una voz lo interrumpió.

—¡Tonomachi! ¡Kamijou!

Itsuka Shido apareció corriendo hacia ellos mientras levantaba la mano.

—¡Ohh, parece que ya llegó la bestia sexual que le quitaron a la chica!

—¡¿Qué significa eso de que me robaron a una chica?! ¡Si ni siquiera tengo novia!

—Eso lo sé, Itsuka-kun. Adivina qué... Kamijou es cercano a Tobiichi Origami, la Súper Genio de la escuela que tanto presumes.

(Definitivamente, este chico pretende comenzar una pelea en la que no puede ganar), pensó Kamijou.

—¡A-ah sí...! No lo sabía —respondió Shido con naturalidad.

—¡Ya que estás aquí, hablemos de Tobiichi Origami!

—¡Espera, yo no haré eso! —se quejó Shido.

—¿No lo harás? ¡Vamos! ¡Anima el ambiente, ¿sí?!

—No hay mucho que contar. Solo me crucé en su camino y vinimos juntos. Nada más.

Kamijou se cruzó de brazos mientras pensaba que si todos se enteraban de que vivía con esa chica, probablemente le cortarían la cabeza.

—Tonomachi, deja tus tonterías por un momento y deja pasar a Kamijou. La clase está por comenzar.

—Sí, sí. Déjenlo pasar. Además, tampoco fue la gran cosa caminar con ella. ¿Contento?

—¡Kamijou-kun, creo que no debiste decir eso!

—¡Sigues con lo mismo! ¡Me estás provocando y no quieres saber qué pasa cuando eso ocurre!

—¡Solo mira detrás de ti!

Tonomachi señaló con el dedo. Kamijou y Shido giraron la cabeza y vieron a varios chicos con miradas furiosas.

No es gran cosa? / Acabas de caminar hacia la escuela con la chica súper genio. / ¿Cómo puedes decir eso? / ¡Maldito seas, chico nuevo! / La imagen de delincuente te ayuda con las chicas, ¿verdad?

—Uhh... ha-ha-ha hahaha... ¡Qué desgracia!

Justo entonces, la campana escolar sonó, marcando el inicio de clases y de un día difícil para el desafortunado Kamijou Touma.

Los estudiantes y profesores entraron a sus respectivas aulas. En una mesa al frente del salón, una pequeña mujer de cabello rizado y gafas se preparaba para iniciar la clase. A simple vista, parecía una estudiante, pero en realidad era la profesora: Okamine Tamae, 29 años (apodo: Tama-chan).

—Bien, buenos días a todos.

Tras su saludo habitual, sacó su libro de asistencia.

—Queridos estudiantes, ya que estamos en la segunda semana del año escolar, procederé a entregarles un examen para evaluar su nivel académico desde el primer año. Así que resuélvanlo con toda confianza.

Con una sonrisa dulce, la profesora repartió los exámenes.

—No... ¡Nooo! ¿Un examen sorpresa? ¿Por qué?

—Descuida, Tamae-chan-sensei suele dar varias oportunidades a sus alumnos.

—¿En serio?

Kamijou se movió un poco su cabeza hacia su izquierda viendo Tonomachi que estaba detrás.

—Sí, le gusta su trabajo. Además, es la tutora favorita de esta escuela. Es un milagro que esté en nuestro salón, ¿no crees~?

—No sé qué decir sobre eso... pero supongo que está bien.

Kamijou se enfocó en su mesa.

—Esto es de Matemáticas.

—¡Sí! El profesor de matemáticas está de reposo y no vendrá el viernes, así que me pidió que les dejara este examen —explicó Tamae.

—Ahh... ya veo...

Con un aura sombría, Kamijou miró el examen:

Matemáticas: Funciones, Álgebra Elemental, Matrices, Polinomios, Límites.

—Eh, pensé que sería difícil... pero no lo es. Si mis clases en ese instituto fueran así...

—¿Qué? Realmente sabes de esto —comentó Tonomachi.

—Sí... No es gran cosa —respondió Kamijou, algo presumido.

Kamijou Touma había sido estudiante en una ciudad adelantada 30 años respecto al resto del mundo. Incluso siendo un esper de nivel 0 en una escuela de baja calidad, las materias eran de nivel avanzado. Por eso, hasta él podía aprobar un examen como este.

—¡Es un milagro...! ¡Esto es un milagro!

—¡Kamijou-kun, no deberías gritar!

—¡Ustedes dos! ¡Guarden silencio!

Ambos asintieron con la cabeza y siguieron con sus exámenes.

Una vez finalizado el examen, los estudiantes del salón 2-4 formaron grupos de conversación, ya que la profesora salió un momento hacia la dirección.

—Solo queda esperar los resultados del examen. ¿En qué lugar estará nuestro estudiante transferido?

—Tonomachi, no es necesario decirlo en voz alta —reprendió Shido.

—Lo sé, solo quiero saber si tendremos a otro genio en la clase —respondió Tonomachi, mirando de reojo a Origami. Shido notó la mirada y entendió.

Tobiichi Origami era una estudiante sobresaliente.

No solo tenía las mejores calificaciones de la escuela Raizen, sino que también era la mejor atleta. Muchos se preguntaban por qué no estudiaba en una institución más prestigiosa. Aun así, su presencia era motivo de orgullo para la escuela.

—Oigan, ¿podrían dejar hablar de hablar de mí? —se quejó Kamijou.

Shido y Tonomachi se giraron hacia él.

—No quiero ser el mejor de esta escuela. Solo llamaría demasiado la atención.

—Estás siendo muy humilde, Kamijou-kun~.

—¡Creo que tiene razón, Tonomachi! No deberías molestarlo.

—No quiero escuchar eso de ti, chico playboy.

—¿Playboy? ¿Cuándo me convertí en eso? Además, tú eres el extraño. Tu "novia" es 2-D, pero ocultas tus verdaderas fantasías sexuales como la preferencia a las hermanas menores.

—¡Cuando me ocultaste que conocías a Tobiichi Origami! Y sobre eso último... ¡fuiste demasiado lejos! ¡En realidad no tengo esa preferencia explícitamente hacia las hermanas menores!

(¡Ohhh, así que resulta que era un siscon de mierda! ¿Por qué esta escena es muy familiar?), piensa Kamijou y suspira, para luego mirar por la ventana.

Si el chico hubiera sabido que esto pasaría, habría venido sin Origami. Pero ya es tarde. Todos los hombres del salón... No. Probablemente toda la escuela ya me tiene en la mira.

Kamijou suspira de nuevo.

De repente, una imagen de cierta chica llega a su cabeza.

Ayer. A pocos minutos de que la noche se pusiera, vio a una chica de vestido extraño en medio de su camino a la salida del Centro Comercial. Lo más extraño era que parecía que ella lo conocía – Sí. Una chica increíblemente hermosa hizo esa declaración.

—¿Eso es una invitación?

Ahora que lo piensa, el sueño que tuvo anoche había muchas cosas que no entendía del todo. Bueno, ya estar en este mundo no tiene sentido. Pero, esa chica de ayer apareció en su sueño y actuaba muy diferente de lo que había visto.

Antes de que se haya ido, ella dijo algo como:

La próxima vez no seré tan amable.

Tan solo recordarlo hacía que su cuerpo temblara. Aunque, en el fondo, tenía la esperanza de volver a encontrarla, y estaba seguro de que eso pasaría.

(Definitivamente eso pasará. Espera... ¿por qué siento que estoy feliz?)

Kamijou, que se está poniendo romántico, de repente se da cuenta de algo.

Sin duda siente que esta chica es misteriosa solo le traerá problemas.

—...Ah... ¡Maldición! Esa chica era capaz de matarme, pero...

No tenía nada más que hacer.

Si quería saber más sobre este mundo, más allá de su aparente vida normal de estudiante, tendría que involucrarse con ella.

—No lo hizo... Esto es muy extraño, no estoy seguro de que ella sea una maga.

Ahora que lo piensa... ¿qué es Sandalphon? ¿El nombre de su espada? ¿Un ángel?

Además, eso último que dijo —una promesa.

—... ¿Qué estaba diciendo ella? ¿Mostrarme el mundo?

Mira su mano derecha y se pregunta si todavía tiene ese poder: Imagine Breaker.

Hasta ahora, no ha tenido oportunidad de probar si aún está con él. Todo pasó demasiado rápido. Además, esa arma que apareció de la nada... ¿podría realmente cancelarla con su mano derecha?

Después de que terminó la escuela, Kamijou se quedó más allá de la hora normal de salida.

Esto se debió a que ayudó al consejo estudiantil.

—...Es momento de retirarme.

Mientras murmura para sí mismo, echa un último vistazo al edificio escolar.

Entonces, sus ojos distinguen la figura de una chica.

Debido a que el sol brillaba intensamente, no pudo ver su rostro. Bueno, esto era normal en verano, especialmente en esta ciudad que cada día parecía más calurosa.

Sin embargo, lo alarmante era que la chica estaba parada inmóvil sobre las barandillas de la azotea, mirando hacia el cielo.

—¡Espera, no me digas que está pensando en saltar!

Un mal presentimiento invadió su corazón, por lo que corrió hacia la escuela para subir a la azotea. Tenía que ser rápido o sería testigo de un suicidio.

Suicidio. El acto de terminar con tu propia vida.

Aunque en muchos países del mundo ocurren casos, en Japón las tasas de suicidio son especialmente altas en comparación con Occidente.

Kamijou no quería presenciar un acto tan trágico, así que al llegar a la parte superior del edificio, abrió la puerta y entró a la azotea.

—Um, espera... —su voz sonaba cansada mientras intentaba recuperar el aliento.

Ella aún no había saltado, lo que significaba que aún había una posibilidad de salvarla.

—Una chica como tú no debería pensar en cosas tan absurdas como el suicidio.

Tomó otro respiro mientras organizaba sus ideas antes de continuar:

—No sé qué te llevó a esta situación, pero... eres una chica hermosa, y sería un desperdicio que todo terminara así. Al menos considera eso. No desperdicies tu vida. Haz un esfuerzo más. Si tienes problemas, yo te ayudaré.

Si tenía éxito, salvaría la vida de la chica.

Si fracasaba, esa vida terminaría.

Esos eran los dos caminos posibles en ese momento. Pero...

—Eso es bueno de tu parte.

La voz de la chica le resultó extrañamente familiar.

Cuando alzó la mirada para ver a quien había salvado, se sorprendió al encontrarse con una hermosa chica.

—Esta es la segunda vez que nos encontramos en este mundo —declaró la chica con voz serena mientras blandía su espada.

Con un solo movimiento, una línea de luz morada se dirigió violentamente hacia él.

Esto fue una señal.

Movió su mano derecha al punto exacto y la energía destructiva se disipó en pequeñas partículas de luz.

(Espera... Ese ataque reaccionó con mi mano derecha. Imagine Breaker... Poder sobrenatural.)

Imagine Breaker, el poder en su mano derecha, anula toda habilidad sobrenatural, ya sea esper o mágica.

—¡¿Qué está pasando?!

Aunque no sabe mucho sobre magia, podría decirse que es un conjunto de conocimientos y habilidades de naturaleza sobrenatural, que no siguen leyes científicas, sino sus propias reglas.

Después de un momento, Kamijou suspira y se dice a sí mismo:

—... ¿Por qué soy... tan desafortunado...?

Al levantar la mirada, ve a una chica de cabello púrpura oscuro que le llegaba hasta la cintura.

Llevaba una especie de armadura brillante y un adorno en forma de mariposa en el cabello.

Después de mirarla por un rato, finalmente la reconoce.

—Así que ese es tu saludo, chica del vestido... o Princess-san.

Ella lo observa con una mirada fría e intimidante.

—Te dije que en nuestra próxima reunión no sería tan amable.

—Ahaha. Eso es verdad.

Kamijou solo ríe por su mala suerte.

Parte 3.

—Hey, ¿Qué es este lugar?

—Una escuela de preparatoria. Mi escuela de preparatoria.

—Nu, ¿Qué es eso?

Diciendo eso, la chica misteriosa señaló una máquina expendedora a su derecha.

Kamijou suspiró una vez más, contando mentalmente cuántas veces esta chica preguntaba por todo lo que veía.

—Ahh, eso es una máquina expendedora.

—¿Una máquina expendedora?

La chica volvió a mirar a Kamijou, luego a la máquina, luego otra vez a Kamijou... y nuevamente a la máquina.

Tragó saliva, claramente nerviosa, mientras observaba al chico de cabello negro y puntiagudo.

—¿Qué hay dentro de esa máquina? ¿¡Acaso estamos en una sala de armas!?

Entonces, en la punta de sus dedos aparecieron diez pequeñas esferas de luz. Kamijou, al ver lo que estaba a punto de suceder, la detuvo apresuradamente.

—¿Qué estás a punto de hacer?

—Destruir.

—No, no voy a permitir que hagas eso.

Quería evitar una catástrofe como la destrucción de su escuela. Aunque no conocía el verdadero alcance de sus poderes, sentía que ella podía causar mucho más que eso.

—¡Me engañaste! Dijiste una mentira. ¡Definitivamente este es un lugar peligroso! ¿O acaso tú también eres uno de esos mecagentes?

—¿Mecagentes? —preguntó Kamijou.

—Sí. Esas cosas que salen volando de sus cuarteles y me atacan con solo verme.

—¿Te refieres a personas con trajes mecánicos que vuelan?

—¡Sí! ¿Cómo lo supiste?

—Tu descripción fue bastante simple e infantil. No fue difícil entenderlo.

—Oooh, ya veo. Eso facilita las cosas, pero me siento ofendida.

—Lo siento.

Kamijou entrecerró los ojos, preguntándose si el término "mecagentes" tenía relación con quienes la perseguían aquel día.

—Entonces, si no es algo peligroso... ¿qué hay dentro de esa máquina expendedora?

—U-Umm... Qué extraño... ¿No sabes qué es una máquina de bebidas?

—¿Bebidas...?

Cuando la chica de cabello Púrpura Oscuro preguntó, un signo de interrogación flotó sobre su cabeza.

—Ahh, esto se está pareciendo a un maestro enseñando a una niña pequeña sobre el mundo.

Kamijou hizo una expresión burlona, lo que no pasó desapercibido por la chica.

—Ese último comentario sonó como si me llamaras tonta.

—Lo siento, lo siento. Esta máquina expendedora tiene distintas bebidas: gaseosas, refrescos de sabores, café...

—Uhhh, entiendo.

Viendo el interés en la mirada de la chica, Kamijou sacó su billetera e insertó un billete de ¥1000. La máquina soltó dos latas.

—En fin, ¿te gusta el café?

Kamijou le ofreció una lata de café. Ella la aceptó sin decir nada y la olfateó, curiosa.

—¿Qué es esto? —Parece que no sabes cómo abrirlo. ¿Puedes pasarme la lata para que la abra, Princess-san?

—Hmph, lo que sea. Solo ábrela.

Ella le lanzó la lata y Kamijou la abrió antes de devolvérsela.

—Así que así se abre esta lata.

—Tómala y pruébala. Dime si te gusta.

Kamijou bebió de su propia lata mientras la observaba acercar sus labios con manos temblorosas.

—N-n. ¿No estará envenenada, verdad? —No, para nada. Solo pruébala de una vez, pequeña "Princess".

Kamijou agitó su mano con un gesto de aliento. Ella lo miró con desconfianza.

—Esto es café... Tiene un sabor raro, un poco amargo.

—¿Te gusta, Princess-san?

—No creo que pueda decir que me gusta, pero si tú lo estas tomando. No hay problema con que yo también lo haga.

—No es necesario que te esfuerces. Sino te gusta puedo comprarte una lata de gaseosa.

—...¿Nu? Esto es extraño.

Ella desvió la mirada, sonrojada.

—¿Por qué me sigues mirando? ¿Esperas que te diga algo más?

—¿¡Eh!? ¡N-No es eso! Yo solo...

—Hmph, como sea. Muchas gracias, Touma.

Al escuchar esas palabras sinceras, Kamijou también se sonrojó un poco.

—Solo es una lata de café negro. No es para tanto.

—Oh, ya veo. Me entregaste algo tan ordinario que pensé que tenía un valor especial.

—No sé a qué te refieres. ¿No hay un valor especial con una lata de café?

—Bueno, como sea... ¿Puedo preguntar qué tipo de humano eres?

La chica lo miró con genuina curiosidad.

—Es raro que un humano pueda cancelar la fuerza de mi Ángel.

—Ah, eso es por mi mano derecha. Espera... debería estar molesto contigo, me atacaste.

—Sí, lo sabía. Pero aún me intriga cómo puedes cancelar mi poder.

Kamijou frunció el ceño. Ella conocía el poder de su mano derecha.

—Aha. Deberías explicarlo.

Sabía que si se negaba, ella podría atacarlo solo para provocarlo.

—Bueno, mi mano derecha puede anular cualquier habilidad sobrenatural: poderes esper, magia, bendiciones o maldiciones. Soy el enemigo natural de la magia.

—Wow. Con razón no me tenías miedo.

—Te equivocas.

Princess inclinó la cabeza, confundida.

—Soy una persona normal. Una espada o un arma aún pueden herirme. —Entiendo. Ya que lo mencionas, quiero probar algo con tu mano derecha.

Kamijou sintió que lo usarían como conejillo de indias.

—¿Qué cosa? Si se trata de tu espada, me niego.

—¿Por qué?

—Prefiero evitar cosas peligrosas.

Recordó cuántas veces se había puesto en peligro por ayudar a otros, y su mueca lo delató.

—Umu. Entiendo. Entonces, puedes tocar mi armadura. No te hará daño. Solo quiero ver si lo que dices es cierto.

—¿Estás diciendo que tu vestido tan "llamativo" tiene algún poder anormal?

—Sí. Y deja de llamarlo "llamativo". Sé que estás evitando otra palabra.

—Está bien. Si insistes, pero no me culpes por lo que pase.

Antes de que ella pudiera responder, Kamijou puso su mano derecha sobre el hombro de "Princess".

(Es una sensación extraña... parece tela suave, pero se ve como metal. Ayer dijo algo sobre "territorio". ¿Se referirá a su vestido? Espera un segundo. Siento que ya pasé por esto antes.)

Si tocaba un objeto sobrenatural, normalmente lo anulaba. Eso significaría que...

No pasó nada.

—¿No está funcionando, o el vestido no es sobrenatural? ¿Mi mano derecha no funciona?

—¿Ya terminaste? Humph. Lo sabía. Nada puede vencer a mi vestido astral.

La chica del vestido colocó sus manos en las caderas, inflando orgullosamente su pecho y sonriendo con aires de superioridad, como si una niña estuviera presumiendo de sus habilidades.

—Tu poder no fue lo suficientemente fuerte para vencer mi territorio. Ese es tu límite, aunque es raro que un humano posea algo así.

Pero al instante siguiente, el vestido astral "Adonai Melek" comenzó a desvanecerse en partículas de luz, dejando una estela tras de sí mientras se disipaba peligrosamente.

—Uuh ha-ha-ha... ¡Hahaha! Vaya, así que mi Imagine Breaker sí funcionó. Aunque con retraso. ¡Qué desgracia! —dijo Kamijou, con una mueca entre aliviado y avergonzado.

—¿Qué?

Ella bajó la mirada. Entonces lo notó: su vestido estaba desapareciendo.

—¡No mires, idiota!

—No estoy haciendo nada malo. Solo estoy siguiendo el orden natural de las cosas.

La chica, ahora visiblemente incómoda, se cubrió el pecho con los brazos y apretó su puño derecho, lanzándolo directo al plexo solar del muchacho.

—¡Ah... Detente!

—¡¿Por qué lo esquivaste?! ¡No te di permiso para hacerlo, idiota!

—¡¿Qué se supone que debía hacer?! ¿Recibir tu golpe solo porque vi tu cuerpo desnudo? ¡No soy tan tonto!

Ella frunció el ceño.

—¡Te mataré si no te disculpas!

—...Ehh, ¿disculpe, Princess-san? Perdón por molestarla, pero ahora que parte de tu ropa ha sido destruida, tendré que encargarme de eso. Aunque es raro que solo haya sido la parte superior o no será algún tipo de mecanismo de defensa.

—¿Qué intentas decir con eso? ¿Querías verme desnuda?

—¡Claro que no! ¡No digas esas cosas, me haces quedar como un pervertido!

Con un bufido de molestia, la chica Princess levantó la mano derecha.

—Voy a arreglar esto. Mi territorio se encargará.

De repente, el suelo tembló ligeramente y ella pronunció:

—¡ADONAI MAELEK!

Con un chasquido de sus dedos, la parte superior de su vestido comenzó a regenerarse. Unas partículas de luz se arremolinaron sobre esa área específica y, en pocos segundos, el vestido astral "Adonai Maelek" fue restaurado.

—Todo listo —suspiró—. Fui ingenua. Pero no lo vuelvas a intentar.

—Pero si tú me lo dijiste... Bueno, está bien. No lo intentaré.

—Qué bueno. Buen chico... buen chico.

—Ahora estás jugando conmigo.

Princess sonrió mientras revolvía el cabello de Kamijou con la mano derecha.

—Hahaha... Deja de hacer eso.

—Um. Está bien.

Parecía que al chico de cabello puntiagudo no le agradaba que lo trataran como a un niño.

—Entonces, Princess-san... Tengo unas preguntas sobre ti.

—Sí, dime.

—Sé que suena raro, pero... quisiera saber qué eres. Es más que obvio que no eres una chica ordinaria.

—...No lo sé. En algún momento del pasado simplemente aparecí. Eso es todo lo que recuerdo. Mis memorias son borrosas. Vine a este mundo de la nada, y cuando me di cuenta... había meca-gentes en el cielo.

—¿Meca-gentes? Esas chicas voladoras, las mismas que estuviste evitando ayer.

—Ah, sí. Ellas intentan matarme.

Cuando dijo "matarme", Kamijou tragó saliva.

—¿Qué quieres decir con eso? ¿Por qué harían algo así?

—No lo sé. ¿Qué estarán buscando de mí?

La chica Princess habló con un tono apagado mientras desviaba la mirada. Kamijou notó la tristeza en sus ojos morados, que parecían decir: "Por favor, no sigas. Es algo de lo que preferiría no hablar".

—Entiendo. Entonces puedo sacar una conclusión.

—Sí...

—No eres una humana ordinaria. Eso es un hecho.

—Entonces... ¿me ayudarás?

Su voz sonaba tan inocente que Kamijou realmente consideró ayudarla. Después de todo, una chica pidiendo su ayuda No podía negarse. De lo contrario, no podría llamarse Kamijou Touma.

—Está bien, te ayudaré. El único inconveniente que tengo es tu ropa. Si dices que te persiguen, lo primero que deberías hacer es no llamar la atención, así que... tendrás que quitarte ese vestido.

Ella lo miró, luego volvió la vista a su traje.

—¿Eres un pervertido?

—¡Por supuesto que NO! —gritó, dándose cuenta de cómo se malinterpretaron sus palabras—. Quiero decir que deberías cambiarte si quieres pasar desapercibida frente a esas meca-gentes.

—Bueno, tienes razón en eso. ¿Tienes alguna idea de qué debería usar?

Una sola gota de sudor pasó por la mejilla de Kamijou.

Ropa de mujer... ¿Podría costear algo como eso?

—No lo sé. No quiero gastar mi dinero en ropa de mujer. Además, tendría que llevarte a una tienda, y eso sería peligroso.

Ella cruzó los brazos y apartó la mirada con un "humph".

—¿Estás enojada?

—No estoy enojada.

—Lo siento, pero tengo que cuidar mi billetera. Y además, se supone que no debes ser detectada, ¿cierto?

—Umm... idiota. No tuve muchos problemas ayer, pero tienes razón. Lo mejor es no llamar la atención.

—Gracias por comprenderlo.

Kamijou agradeció la comprensión de la chica de cabello púrpura oscuro.

—Como sea, necesito algo de referencia para cambiarme.

—¿Una referencia? ¿Te refieres a una foto?

Kamijou sacó su teléfono, presionó algunos botones y mostró algunas imágenes:

Una chica de cabello blanco plateado con el uniforme escolar Raizen.

Un grupo de tres chicas con el mismo uniforme.

Una chica de cabello castaño ondulado con un traje de marinero azul profundo.

Curiosamente, ninguna de las chicas miraba directamente a la cámara.

—¿Esto sirve?

—Umm...

Princess observó atentamente la imagen y trató de memorizar todos los detalles. Aunque en su mente se preguntaba por qué Kamijou tenía tantas fotos de chicas.

—Bien, eso puede ayudar.

Ella cerró los ojos y chasqueó los dedos.

Justo en ese momento, su vestido comenzó a disolverse en el aire… o al menos eso parecía. Pero luego, partículas de luz comenzaron a agruparse alrededor de su cuerpo, enroscándose como si tejieran una nueva silueta.

—¿Ah?

Por un momento, Kamijou creyó que la chica se estaba desnudando, ya que podía ver su piel blanca. Pero solo era una transición: tras unos segundos, Princess se encontraba de pie, luciendo el uniforme de Raizen.

Por alguna razón, el corazón de Kamijou latió con fuerza.

—¿Podías hacer algo como eso?

—Sí. Deshice mi vestimenta y creé un nuevo traje. Usé mi vista para memorizar los detalles. Incluso si algo está mal, no debería haber problema.

Princess se cruzó de brazos con un orgulloso "Hmph".

—Bueno, ese uniforme realmente te queda bien.

Al decir eso, Kamijou desvió la mirada y luego miró su celular.

Y entonces...

—¡Mierda! ¡Lo olvidé! ¡Hoy tengo turno en el restaurante familiar!

—¿Pasa algo?

—Lo siento, pero tengo que irme a mi trabajo de medio tiempo.

En el fondo de su corazón, lamentaba dejarla sola. Aunque esta era una oportunidad para conocer más del mundo sobrenatural, no podía descuidar su responsabilidad en el trabajo.

—Tendremos que posponer esto, Princess-sama.

—Te acompañaré.

—¿Eh?

Kamijou no se lo esperaba.

—¿Estás segura?

—Sí.

No dijo nada. Pensó si realmente era buena idea llevarla a su trabajo. Pero al ver la hora, no podía perder más tiempo y tomó una decisión.

—Está bien. Puedes acompañarme. Pero no hagas ninguna locura al llegar.

—Está bien. Cualquier duda que tenga, te consultaré antes de actuar.

Kamijou suspira.

—Eso suena bien. Solo espero que lo dices sea verdad.

Parte 4.

Unos minutos después.

Era la hora del almuerzo del miércoles en cierto restaurante familiar que abrió sus puertas hace unos días en esta ciudad, y el local comenzó a llenarse rápido. Mientras la chica "Princesa" miraba a su alrededor sorprendida, Kamijou lo llevó a la parte trasera de la tienda.

La razón por la que estaban allí no era exactamente para comer.

Este era el trabajo de medio tiempo de Kamijou Touma—en este mundo.

—Muu... Eso huele bien. ¿Qué es ese aroma?

—¿Aroma?

Él cerro sus ojos y olfateo sus alrededores, y justo como Princess había dicho, un fragante olor persistía en el aire.

—Oh, ya veo. ¿Te refieres a la comida que están haciendo en la cocina?

—¿Comida?

—Qué.

Kamijou grita.

—No me digas que aún no has comido.

—¿Comer?

Justo en ese instante, el estómago de Princess gruñó.

—Ya sabes, ingerir alimento por la boca, especialmente alimentos sólidos, masticarlos y tragarlos para que lleguen al estómago.

—Ohh... ¿De eso se trata? Nunca he hecho eso.

Diciendo esto, Tohka miró hacia fuera de la habitación.

—¿Eso es posible? Todos los seres vivos necesitan alimentarse. De los alimentos obtienen la materia necesaria para el crecimiento y el mantenimiento del cuerpo, así como la energía para su funcionamiento. ¿No lo sabías?

—Que yo recuerde... solo estuve en la nada.

Kamijou retrocedió al oír esas palabras.

—¿Eso es cierto?

—Totalmente.

—Definitivamente no eres humana. A menos que seas un ser vivo autótrofo.

—¿Autótrofo?

Kamijou recordó que los seres vivos se dividen en dos grandes grupos según su forma de alimentarse: autótrofos y heterótrofos. Los humanos son heterótrofos; no hay forma de que un organismo tan complejo como un humano sea autótrofo.

—Un ser vivo que produce su propio alimento —explicó.

Suspira profundamente.

—Si tienes hambre, solo dilo. No necesitas inventar cosas sin sentido.

Princess frunció el ceño y lo miró fijamente.

—Bueno, qué se le va a hacer. Ven, acompáñame. Tal vez encontremos algo para saciar tu hambre.

Kamijou dijo eso, y Princess asintió con un simple "Sí".

Después de unos minutos, ambos jóvenes salieron a la parte principal del restaurante familiar.

Era momento de recibir a los clientes que esperaban ser atendidos.

—¿Realmente tengo que usar esto?

—Muu... Bueno, ese es el uniforme del trabajo, así que sí.

Ambos llevaban sus uniformes: él, de mesero; ella, de camarera. Para Kamijou, era algo habitual. Sin embargo, Princess parecía incómoda y no lo veía como algo necesario.

—Una pregunta. Después de cambiarnos de ropa, ¿qué debemos hacer?

—Atender a los clientes, por supuesto.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Ah, cierto... A veces se me olvida que no sabes nada de este mundo. Qué tonto de mi parte.

—¿¡Grrr, sigues burlándote de mí!?

Kamijou desvió la mirada.

—¡Realmente te estás burlando de mí!

—No... Bueno, un poco... solo un poco.

Princess lo fulminó con la mirada.

—Qué. No puedo hacerte una broma. Bueno, Princess-san, ya que preguntas, voy a enseñarte cómo hacer este trabajo.

—Muu, eso esperaba.

Kamijou se dirigió a una de las mesas y se preparó para atender a los clientes. No era su primer trabajo de medio tiempo. En su momento, Aogami Pierce le consiguió un empleo para poder costear un microondas que, por una desafortunada serie de eventos, fue dañado por Index.

—Bienvenidos a nuestro restaurante familiar. ¿Ya decidieron qué pedir?

Entonces...

La voz de Kamijou se detuvo. Los clientes eran compañeras de su clase 2-4 en la preparatoria.

—No sabía que tenías un trabajo de medio tiempo, Kamijou-kun —comentó una chica de cabello rubio y puntiagudo.

—¿Trabajas aquí? —preguntó otra, de cabello castaño corto.

—Un trabajo de medio tiempo, ¿eh? —añadió una tercera chica de cabello morado, mientras hojeaba el menú.

Kamijou dejó caer una gota de sudor por la sien.

—Bueno, este es mi segundo día, así que todavía soy nuevo.

—Ahora que lo pienso, no tuvimos oportunidad de presentarnos —dijo la chica rubia.

Se presentaron una a una:

—Me llamo Yamabuki Ai. Espero que nos llevemos bien.

—Mi nombre es Hazakura Mai.

—Fujibakama Mii. Me basta con estar en buenos términos.

—Supongo que es un gusto conocerlas —dijo Kamijou.

—¡Sí! —asintió Ai con entusiasmo.

—¡Parecías un delincuente japonés! ¡Qué suerte que no lo eres! —comentó Mai con una sonrisa.

—Si hubieras sido un mal chico, habría hecho falta algo de disciplina —añadió Mii, con tono seco.

¿Una amenaza? No, tal vez solo bromeaba.

—¿Se refieren a mi primer día de clases? Ah, muchas cosas pasaron ese día, jajaja. Supongo que tengo mala suerte.

—Eso dijiste en tu presentación —recordó Ai.

—Sí, lo confirmo. ¿Es verdad eso? —preguntó Mai.

—¿Un chico con mala suerte?—opinó Mii.

—Si supieran lo desafortunada que es mi vida... Pero bueno, ¿ya decidieron sus pedidos?

—¡Claro que sí! —dijo Ai. —Yo quiero bistec, arroz y papas fritas, por favor.

—Un okonomiyaki y un jugo de manzana —pidió Mai.

—Un ramen con carne de cerdo —añadió Mii.

Kamijou tomó nota de los pedidos.

—¡Perfecto! ¡Por favor, esperen un momento!

Hizo una reverencia y caminó hacia la cocina, encontrándose con Princess en el camino. Ella había estado observando todo.

—Así es como tratamos a los clientes —explicó Kamijou.

—Sí, lo entendí —respondió Princess, asintiendo. —Verás que haré bien este trabajo.

Con una sonrisa, se acercó a una mesa donde esperaban dos chicos de preparatoria.

—¡Bienvenidos! ¡Perdón por la espera!

En el momento en que dijo eso, los dos chicos se volvieron hacia la hermosa camarera.

—Ohh. What a beautiful girl! My name is Tonomachi Hiroto.

Tonomachi intentó impresionarla con su inglés improvisado.

—Disculpa a mi amigo, últimamente está desesperado por llamar la atención de las chicas.

En ese momento, el chico de cabello azul miro a la chica.

La figura de esa chica estaba al frente, parecía una ilusión, pero era real. Tal vez lo esté confundiendo con otra chica, pero su parecido era demasiado para ser mentira.

—Comprendo. Entonces, ¿ya decidieron lo que quieren pedir?

—¿Eh?

Shido hojeó el menú con incomodidad y eligió al azar.

—...¿Podría tomar el té negro Darjeeling? Ah, y la pasta italiana.

—Listo. ¿Y usted? —preguntó Princess, dirigiendo la mirada a Tonomachi.

—¿¡Se refiere a mí!?

—Solo queda usted. ¿Tiene algo que pedir?

Tonomachi tocó su barbilla, como si reflexionara profundamente.

—Ya sé. Su corazón. Quiero que nos amemos el uno al otro.

El momento que Tonomachi dijo esto, la hermosa camarera frunció el ceño.

—No estoy para bromas.

Una respuesta fría. Esa chica rechazó su comentario sin vacilar.

En la mente de Shido sonaron alarmas: molestarla sería un grave error.

—Tranquilo, Tonomachi. La próxima vez invitaré a Kotori.

—¿En serio?

—Si. Pero no aproveches.

Viendo a los dos chicos conversar entre sí, Princess solo finge una sonrisa.

—Sigo esperando tu pedido.

—Ahh, lo lamento. Pues... Creo que el mismo plato que Itsuka es suficiente para mí.

—¡Umu, entendido! ¡Por favor, espere un minuto!

Ella asintió con energía.

Justo cuando la camarera Princess se dio la vuelta para dirigirse a la cocina, la mirada de Shido la siguió.

En ese instante, le pareció ver a alguien conocido —un chico de preparatoria— entre los clientes del restaurante.

—Creo que vi a alguien que conozco de la escuela.

—¿Eh? ¿Te refieres a una chica?

—¿Qué clase de pregunta es esa? ¿Por qué supones que sería una chica?

—No lo sé... dímelo tú.

En su mente de Shido, se preguntaba si realmente esa chica era el espíritu de ese día.

Era tan diferente. Ella parece que está superando esa barrera, y ahora esta interactuando con los humanos.

¿Cómo lo logró? No tenía explicación. ¿Se había infiltrado entre los humanos?

Claro, el día de ayer hubo una alarma de Terremoto Espacial, pero no ocurrió una onda espacial más allá de simples temblores de tierra.

—¡Itsuka! ¡Tonomachi!

En ese momento, cuando Shido inclinaba la cabeza, escuchó una voz familiar.

Alzando la vista, vio a un chico de cabello negro y puntiagudo, vestido con un uniforme de mesero.

—Vaya, ustedes también vinieron a este restaurante familiar.

—¿Por qué estás vestido así, Kamijou?

—Estoy trabajando —respondió Kamijou con naturalidad.

—Ohh, jeje... Qué sorpresa. Kamijou-kun, de mesero. Pensé que te habías encontrado con una chica —dijo Tonomachi con tono burlón.

—Por favor, agradecería que no te burlaras de mí.

—No me estaba burlando.

—Como sea, ¿ya hicieron su pedido? —preguntó Kamijou.

Tonomachi levantó el pulgar en señal afirmativa.

—Definitivamente sí. La camarera que nos atendió es preciosa.

—Ahh, ya veo. —contestó Kamijou con un suspiro.

—Por cierto, hace poco me crucé con un grupo de tres chicas que parecen estar en nuestro mismo año escolar.

—¿El trío de chicas?

—¿Trío de chicas?

—Ai, Mai y Mii. Son conocidas como "el trío de chicas" en las secciones de segundo año.

Kamijou se quedó en silencio un instante.

—Bueno, ya que hicieron su pedido, solo les pido que esperen un poco más.

—No hay problema —dijo Shido.

—Mientras sea ella quien lo traiga, no hay ningún inconveniente —añadió Tonomachi con una sonrisa.

—¡Cálmate, Tonomachi!

Kamijou solo suspiró, luego desvió la mirada hacia la cocina. Allí vio a Princess empujando un carrito con platos.

(Parece que lo está haciendo bien), pensó para sí.

—¡Oh, aquí! ¡Perdón por la espera!

Al escuchar esa voz, Shido miró alrededor y la vio.

La chica de aquel día estaba allí, de pie con una sonrisa y una bandeja.

—¡Aquí está el té negro Darjeeling y la pasta italiana que pediste para ustedes dos!

—Ah, gracias... ¿eh?

—Lo mismo digo.

Shido y Tonomachi respondieron al unísono, desconcertados por la belleza y seguridad con la que la camarera hablaba, pero entonces...

—Ese es tu segundo pedido. Bien hecho —dijo ella con una leve sonrisa.

—Humph. No es tan complicado, Touma.

—¿Eh?

Los dos chicos quedaron boquiabiertos al ver que ella conocía a Kamijou Touma.

—¿Qué significa esto? ¿Estuviste con esta chica ayer? —preguntó Tonomachi con ojos entrecerrados.

Kamijou desvió la mirada con una leve mueca y respondió:

—¿Cómo crees? Jeje...

—Esa respuesta no me convence.

—Como sea, ya se completó su pedido.

En ese momento, las miradas de Itsuka Shido y la chica "Princess" se cruzaron.

—¿Nu? —dijo ella, levantando las cejas con leve curiosidad.

Pero luego esa chica se fue detrás de Kamijou Touma.

Parte 5.

La hora era las 06:28 p.m.

Después de terminar la jornada laboral, Kamijou y Princess salieron de la tienda con sus respectivos uniformes escolares.

—Uff, se acabó. Qué bueno que paguen el mismo día.

—¿Esto es...? —preguntó Princess, mirando lo que él sostenía.

Kamijou sacó del sobre unos billetes y los mostró.

—Tu pago por hoy. Dinero.

—¿Dinero?

—¿No sabes qué es?

Kamijou suspiró. Otra vez tendría que actuar como su maestro.

—El dinero es un medio de intercambio. Sirve para comprar y vender cosas, como lo hicieron hoy los clientes del restaurante. ¿Lo notaste?

—Humph. Por supuesto que sí. Lo que no entiendo es por qué un simple papel puede hacer todo eso. Es absurdo.

—No me preguntes eso. Yo no escribí las reglas de la economía mundial —dijo encogiéndose de hombros—. Pero bueno, ha sido un buen día. Ya está oscureciendo. Tengo escuela mañana, así que tienes que irte.

Ella no respondió.

—Tengo que irme al apartamento —repitió él, marcando la intención con el tono.

—Uhhhhh.

—¿Qué se supone que estás haciendo con ese "Uhhh"? —preguntó Kamijou, arqueando una ceja.

—Bughhh.

—Ahora lo cambiaste...

—¡Bughhh!

—Sabes que puedes hablar, Princess-san.

Ella se dio la vuelta con un "Humph" altivo.

—Ya lo sé. Sé lo que quieres decir, pero...

Murmuró con decepción, adoptando una actitud aún más parecida a la de una niña mimada.

—No quiero...

—¿Qué eres, una niña que quiere que todos cumplan sus caprichos?

Ella frunció el ceño, haciendo una mueca molesta mientras apretaba el puño.

(¿Qué se supone que haga en esta situación?)

—Más importante, ¿por qué puedes despedirte tan fácilmente?

—¿A qué te refieres? Solo me estoy despidiendo para tomar mi camino.

—Eso suena como si nunca fuéramos a vernos otra vez. Lo correcto sería decir "Nos vemos mañana", si es que todavía quieres ayudarme.

—Eh... ambos se usan para lo mismo. Y sí, aún lo haré.

Pero la chica, "Princess", hizo una mueca que revelaba claramente que no estaba convencida.

—Yo jamás diría algo como "Adiós" tan fácilmente —dijo con voz seria, bajando la mirada—. Decir "Adiós" significa que no volverán a verse nunca, ¿no es así? ¿Qué pasará con tu parte del trato?

—Hmmm... Ok, entiendo tu punto de vista —respondió Kamijou, rascándose la mejilla.

La verdad, ella tenía razón. Pero aún así, no podía llevarla a su apartamento.

—Entonces, ¿qué se supone que quieres que haga?

—Quédate conmigo.

—¿Qué...? ¿Cómo pasaste de pedir que no diga "Adiós" a pedirme que me quede contigo?

—Sí. No es obvio. Es hora de conocerte.

—Eso va a ser un poco complicado...

Kamijou desvió la mirada, incómodo.

—Yo solo quiero eso. ¿Hay algo malo en quererlo?

—No hay nada malo... es solo que...

Ella parpadeó, confundida. Kamijou abrió la boca para explicarse.

—Lo que pasa es que no puedo llevarte al lugar donde me quedo.

—Pero... yo quiero eso.

—Te digo que no se puede, aunque...

De repente, las mejillas de Kamijou se enrojecieron con fuerza.

—¿Aunque...? ¡Dilo de una vez!

—Tal vez... pueda conseguir un hospedaje.

Lo dijo de golpe, sin pensarlo mucho.

—¿Hospedaje? ¿Qué es eso?

—Un lugar donde quedarse para las personas que no tienen un hogar... o que no pueden quedarse donde están.

Y, en parte, eso era cierto.

—¿Estás invitándome a ir?

—Ahhh, no acabas de decirme eso... —Kamijou se llevó la mano a la cara, resignado—. Ya veo cómo va a terminar esto.

Buscó su billetera con la mano derecha, miró el dinero que había ganado y puso una mueca que gritaba "No quiero hacer esto".

—No tengo opción.

====================================

Facts.

- Una misteriosa chica de cabello púrpura oscuro y armadura desconocida aparece bajo un poste de luz. Asegura que Touma le hizo esperar y que vino a buscarlo para que cumpla una promesa que él no recuerda.

- Se hace llamar "Princess", ya que no tiene un nombre real. Invoca una espada mágica llamada "Sandalfón", a la que llama su "ángel", introduciendo elementos mágicos en la narrativa. Esta espada alude al arcángel Sandalfón de la Cábala, asociado con la sefirá Malkuth, que simboliza el reino físico y la manifestación de la realidad.

- Tras un breve encuentro inicial, Princess le dice a Touma que volverá.

- Gracias a su formación en Ciudad Academia, Touma sobresale en un examen de matemáticas en la escuela Raizen, siendo apodado "genio" y comparado con Origami.

- Hay rumores en la escuela sobre el tipo de relación entre Touma y Origami.

- Al finalizar las clases, Touma cree presenciar un intento de suicidio en la azotea, pero al intervenir, descubre que se trata de Princess. Ella lo ataca con un corte de luz usando su espada, pero Touma bloquea el ataque con su "Imagine Breaker", confirmando que su poder funciona en este mundo.

- Princess revela que conocía a Touma antes de que él perdiera la memoria. Muestra habilidades sobrenaturales como esferas de luz que pueden destruir edificios y un "vestido astral" con defensa absoluta, que Touma logra destruir con su habilidad, casi siendo herido por la fuerza bruta de ella.

- Touma asume el rol de guía de Princess, enseñándole aspectos básicos del mundo humano como el dinero, las máquinas expendedoras y las normas sociales.

- Para evitar llamar la atención y acompañarlo en su trabajo, Touma le pide que se cambie de ropa. Usando una foto como modelo, Princess transforma su vestido astral en un uniforme escolar, aunque expresa temor hacia Imagine Breaker.

- En el restaurante, Princess demuestra sus habilidades en el trabajo. Durante ese trabajo, Itsuka Shido la reconoce como un "Espíritu", pero se hace pasar por un cliente común, sorprendido de que la AST aún no la haya detectado.

- Princess no comprende el concepto de "adiós", lo que refleja su desconexión emocional y social con el mundo humano. Touma considera buscarle un lugar donde pueda quedarse, pero finalmente termina acompañándola él mismo.

 

More Chapters