La nieve caía como cuchillas silenciosas sobre los adoquines rotos de las calles de Marsella.El viento soplaba con violencia, colándose por cada rincón, congelando la piel, las ideas, el alma.
Noel Noa tenía diecisiete años.Y no tenía nada.
Ni familia.Ni amigos.Ni siquiera un techo.Solo hambre.Frío.Y rabia.
Vivía en un callejón olvidado por todos, justo detrás de un mercado viejo donde a veces robaba frutas podridas o pan duro. Sus noches eran largas, y sus días aún más crueles. Dormía sobre cartón, envuelto en mantas robadas, mirando el cielo sin estrellas como si buscara respuestas que nunca llegaban.
Ese día, su cuerpo ya no podía más.Temblaba.Le dolía el estómago de tanto vacío.Y justo entonces, apareció.
Una pelota.
—Tch… —gruñó mientras la recogía. Era vieja, mal inflada y rota por un costado. Pero para él… fue algo. Algo que podía patear, algo en lo que podía volcar todo ese fuego dentro de su pecho.
Colocó la pelota frente a una pared grafiteada.Y pateó.Una vez.Y otra.Y otra más.
Cada golpe era una herida abierta en su alma gritando por atención.BAM.BAM.BAM.
Su pierna no se detenía.El eco del impacto reverberaba en el callejón como si fuera un tambor de guerra.
"¿Por qué nací así?""¿Por qué estoy solo?""¿Por qué este mundo ignora a los débiles?"
Con cada patada, el muro parecía quebrarse un poco más. No solo físicamente. También simbólicamente.Como si ese chico de 17 años pudiera reescribir su destino con la fuerza de su furia.
—…Interesante.
Una voz desconocida se deslizó por la oscuridad del callejón.Noel se giró con los ojos enrojecidos por el viento y el odio.Un hombre de traje negro, con insignias de la FIFA, lo observaba desde la entrada.
—¿Quién… eres?
—Soy un comandante de desarrollo internacional. Pero lo importante aquí no soy yo… sino tú.Tu potencia, tu mirada, tu forma de patear el balón… No es fútbol. Es instinto puro. Es… hambre.
Noel no respondió. Solo lo miró, jadeando, como un animal acorralado.
—Ven conmigo.—¿A dónde?—A Alemania. A la cantera del Bastard München.—…¿Por qué?—Porque quiero ver qué pasa cuando un demonio como tú se enfrenta al mundo.
[SEMANAS DESPUÉS – CENTRO DE ENTRENAMIENTO DEL BASTARD MÜNCHEN]
Las paredes ya no eran de ladrillo sucio, sino de acero y vidrio.Las pelotas no estaban rotas.Las duchas eran calientes.Pero Noel Noa seguía pateando con la misma rabia.
Habían pasado solo tres semanas desde que llegó a la academia, y ya tenía un nombre.
"El Rey sin corona".El jugador más joven, más fuerte y más temido de la cantera.
Anotaba desde media cancha.Corría como una máquina.Y cuando pateaba… el portero se hacía a un lado.
Pero llegó el día.El partido más esperado del año.
AJAX Sub-17 vs Bastard München Sub-17.
—Ese equipo… —escuchó decir uno de los técnicos—. El Ajax. Su cantera es legendaria. Forman a sus jugadores como si fueran piezas de ajedrez. Todos piensan. Todos anticipan.
Y entre ellos, destacaba un nombre que nadie podía ignorar.
Jinpachi Ego.
Un mediocampista japonés de mirada vacía y palabras venenosas. No corría más que los demás. No era el más rápido ni el más fuerte. Pero su lectura del campo era tan brutal… que parecía ver el futuro.
—Ese chico… —dijo el comandante de la FIFA viendo los registros—, es un estratega. Un genio. Lo llaman "el Director dentro del campo".
Y por primera vez en mucho tiempo, Noel Noa sonrió.
—Quiero romperlo.
El frío de Marsella aún vivía en su corazón. Pero ese día…El fuego del fútbol comenzó a quemar con fuerza.