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Chapter 55 - Historia paralela 3: La investigación de Rigrit

Rigrit paseaba por las calles de la ciudad portuaria Prart observando a sus habitantes y visitantes ir de un lado a otro haciendo negocios. Desde hacía poco más de una semana que había llegado al Reino Santo para investigar el nuevo reino a petición de Tsa y lo que descubrió hasta el momento prácticamente confirmaba las sospechas del Señor dragón lo que no era muy esperanzador para ella. 

La llegada de Jugadores, la infame raza invasora que una vez casi arrasó con la existencia de los dragones, considerados la raza más fuerte, era un fenómeno que se repetía cada 100 años aproximadamente y que auguraba un gran caos en el mundo. Desde que el Emperador Dragón, cegado por la avaricia y las ansias de poder, realizó un ritual alrededor de 900 años atrás para traer "tesoros" de otro mundo (objetos mundiales) comenzó el ciclo maldito que incluso ahora causaba estragos. 

Como una de las pocas personas que podría considerarse cercana a Tsa, y alguien que había vivido lo suficiente para conocer a las dos últimas generaciones de Jugadores, Rigrit era muy consciente del peligro que representaban esos seres. 

Eran extremadamente fuertes, arrogantes y poseían una sed de poder insaciable que generalmente los llevaba a intentar dominar este mundo bajo su yugo. La mayoría de estos Jugadores dejaron detrás de sí todo tipo de leyendas, desde heroicas hasta aterradoras. Los seis grandes dioses, los ocho reyes de la avaricia, los dioses demonio, el líder de los trece héroes y su compañero, el sabio minotauro y varios otros ejemplos habían quedado plasmados a través de la historia. 

Por eso era necesario investigar a estos nuevos Jugadores para descubrir si representaban una amenaza y, de ser el caso, eliminarlos cuanto antes. El problema era que esta vez había dos grupos simultáneos que parecían ser Jugadores, algo sin precedentes hasta entonces, y ambos grupos ya estaban causando revuelo en el mundo. Que ella supiera, solo una vez antes llegó una base a este mundo, el castillo volador Eryuentiu que una vez perteneció a los reyes de la codicia y ahora era el "nido" del Señor dragón de platino. Sin embargo, esta vez parece que no sólo llegaron dos grupos al mismo tiempo, sino que ambos parecen haber traído sus bases. 

Por un lado, un extraño lanzador mágico que se había estado moviendo por las fronteras entre el reino y el imperio y que, descaradamente, reclamó territorios pertenecientes a Re-Estize como propios alegando que pertenecían a "su dominio" desde mucho antes de la fundación del reino. El hecho de que estuviera tan ansioso por reclamar ese territorio en específico era señal de que su base estaba ubicada en algún lugar cercano y, a diferencia de Eryuentiu, no era una fortaleza móvil. Sin embargo, ese no era su objetivo de investigación, sino del gran lagarto plateado. 

Por otro lado, todo un reino apareció de la nada alegando haber existido durante más de mil años y haberse mantenido en aislamiento gracias a una poderosa magia lanzada por los gobernantes del lugar. Lo gracioso es que ella intentó acercarse a esa isla desde una dirección poco convencional para no ser descubierta por nadie, pero no fue capaz de dar con la dichosa isla y, sin embargo, no le cabía la menor duda de que el lugar existía realmente, después de todo si no fuera cierto ¿de dónde saldría toda la nueva mercancía que ella misma estaba viendo en los mercados de Roble? 

Durante su estancia en el reino santo había recopilado toda la información que pudo de todas las fuentes posibles, rumores, chismes, noticias e incluso llegó a usar magia mental para adquirir conocimientos y lo que obtuvo le dio la visión del panorama general que, aunque un poco sospechoso, parecía poco amenazante para la estabilidad del mundo. 

La Isla Soberana de Elion era el nombre oficial del reino establecido en una isla desconocida hasta el momento y a la cual, según comprobó por sí misma, era imposible acceder más que por los canales autorizados. De lo visto hasta el momento eran una nación autosuficiente y vanguardista con muchas comodidades y lujos únicos desarrollados por su singular cultura mágica basada en runas, una disciplina mágica prácticamente desconocida y, hasta dónde ella sabía, poco útil para nada más que encantar objetos. 

Los artículos importados desde la isla eran de gran calidad, no solo en lo que a los objetos mágicos se refería, sino también en lo referente a plantas, medicinas, pociones e incluso tomos mágicos con hechizos de hasta 4to nivel repletos de magia que incluso ella, una maga arcana de 7mo nivel que ha vivido por más de dos siglos, desconocía. 

Hasta el momento se han mantenido discretos, estableciendo relaciones comerciales solo con el reino santo e incluso eso se debía a una coincidencia afortunada para el jefe de Rolland Merchant Company. Sin embargo, era precisamente porque todo era tan aparentemente perfecto en las interacciones de Elion con el mundo exterior que Rigrit estaba segura de que ocultaban algo. 

Para empezar, ¿por qué una nación con al menos mil años de aislamiento de repente querría abrir relaciones diplomáticas? Incluso si dejaba pasar esa pregunta, no tenía sentido que los gobernantes de Elion, supuestamente incomunicados del mundo, fueran tan hábiles en el manejo de relaciones internacionales. Algo definitivamente no cuadraba y ella tenía que averiguar que era. 

Se había mantenido lejos del embajador enano que había permanecido en la capital para evitar llamar la atención, pero al mismo tiempo prestó atención a todo lo que se hablaba sobre él (o cualquier persona de Elion) durante su estancia en Roble y así se enteró de la existencia de un grupo de aventureros patrocinado por el reino que había salido de Roble para explorar el continente. 

Rigrit, con toda su experiencia de vida, se dio cuenta de inmediato de cuál era el verdadero objetivo de esos aventureros, pero, si era completamente honesta, no veía nada malo con ese enfoque, es más, si no se tratara de posibles Jugadores incluso podría elogiar a la persona que pensó en usar a los aventureros como espías legalizados, sin embargo, sabiendo que lo más probable era que se tratara de los antiguos enemigos de Tsa no podía estar tranquila con la situación. 

"Maldita sea, si hubiera llegado un día antes podría haberme topado con ellos y averiguar un poco más" pensó la nigromante. 

Ciertamente no había tenido prisa por llegar a Roble antes de comenzar a investigar, después de todo su área de especialización mágica, la nigromancia, no era bien recibida en un lugar como el reino santo y, aunque los civiles no se darían cuenta de nada, un paladín entrenado era capaz de percibir la ligera aura de muerte y la persistente energía negativa a su alrededor. De hecho, estaba segura de que si no estuviera usando su identificación como aventurera de rango Adamantita en ese momento ya habría sido arrestada y llevada a responder un par de preguntas. 

"Tsaindorcus me debe una grande por enviarme en esta misión" se quejó en su mente mientras se movía hacia un callejón desierto fuera de la vista de cualquier transeúnte curioso. 

[Invisibilidad completa] 

Entonando el hechizo de sigilo de más alto nivel al que tenía acceso esperó un par de minutos hasta que vio partir a un barco que enarbolaba la bandera de la Rolland Merchant Company y que ella sabía que se dirigía hacia la dichosa isla. Sabiendo que la parte más arriesgada de su misión estaba a punto de comenzar envió un último mensaje a Tsa usando un medio secreto que solo ellos dos conocían explicando lo que haría a continuación y cuando el barco estuvo lo suficientemente lejos del muelle utilizó el hechizo de vuelo para colarse en la cubierta y posteriormente ocultarse en las bodegas. 

(***) 

Tres días era lo que normalmente demoraba el viaje desde Prart hasta el puerto de Éfrates en Elion. Durante ese tiempo Rigrit se mantuvo constantemente bajo los efectos de su hechizo de invisibilidad más potente asegurándose de no ser descubierta por nadie. Su objetivo era infiltrarse en la isla sin ser notada y obtener la mayor cantidad de información posible antes de regresar. 

Planeaba quedarse máximo una semana y luego regresaría a informar a Tsa. A esas alturas Rigrit estaba casi completamente segura de que los reyes de Elion eran Jugadores, pero dudaba que todos los habitantes de la isla también lo fueran, lo que dejaba solo una opción: NPC's, una raza que existía para servir a los Jugadores según le explicó su viejo amigo. 

Al parecer incluso en Eryuentiu una vez hubieron NPC's que lucharon por defender el hogar de los reyes de la codicia cuando Tsa se apoderó del lugar, aunque eran mucho más débiles que los Jugadores y su número no superaba las dos docenas por lo que fueron fácilmente derrotados. Sin embargo, Tsaindorcus le advirtió a Rigrit que tuviera cuidado ya que, así como existían Jugadores con diversas habilidades y niveles de poder, era posible que lo mismo se aplicara a sus sirvientes. 

Imaginando un lugar como Elion, considerado un reino, repleto de esos seres Rigrit se dio cuenta del inmenso peligro que representaban si quisieran atacar su mundo, pero, curiosamente, ella no pensaba que tuvieran ese tipo de planes después de averiguar algunas cosas en Roble. 

Por supuesto, no tomaría lo que escuchó por rumores como una verdad absoluta, pero confiaba en su intuición lo suficiente para poco a poco bajar el nivel de amenaza de Elion en su mente. Por el momento era obvio que los gobernantes de la isla eran Jugadores y la mayoría de sus súbditos deberían ser NPC's, pero todavía quedaba la duda de si había algún otro jugador que todavía no se diera a conocer entre ellos. 

Sus sospechas estaban principalmente en las llamadas 6 sombras (de quienes se enteró al persuadir a uno de los miembros de la primera tripulación en hacer contacto con Elion) que eran el equivalente a los nobles de alto rango en el continente. Debido a su alto estatus percibido era obvio que si alguien, además de los monarcas, era un Jugador serían ellos, pero para evitar levantar sospechas ella no se había acercado al enano llamado Thorner, quien aparte de su función como embajador de la isla en el continente también ostentaba el título de Sombra del abismo. 

Cuando el tercer día de viaje llegaba a su fin el barco en el que viajaba finalmente llegó al puerto. Rigrit, que había salido a la cubierta, esperaba el momento oportuno para volar y alejarse sin ser notada, mientras veía al puerto notando como oficiales de la marina de Elion y funcionarios del muelle recibían a la embarcación. 

Sin embargo, algo en la forma en que se distribuían los miembros de la armada le estaba dando mala espina. De repente sus instintos, templados durante más de dos siglos de aventuras, le gritaron que saliera del lugar por lo que sin pensarlo lanzó el hechizo de vuelo. 

Ni un momento después un extraño talismán de papel aterrizó en el lugar donde había estado un momento antes y de él surgieron cientos de runas brillantes rodeando su anterior posición. Había sido descubierta. 

- Buenos instintos – dijo un hombre, uno de los pocos humanos en el puerto, adelantándose entre los guardias del muelle. - Soy el encargado de la seguridad de este puerto y no somos exactamente amantes de los polisones así que ¿vendrás con nosotros por las buenas o tendremos que usar la fuerza? 

Los tripulantes del barco no tenían idea de qué estaba hablando y se asustaron al ver cómo eran "atacados" de la nada por los guardias del puerto cuando no era la primera vez que arribaban al lugar, pero al escuchar las palabras del hombre, a quien reconocieron como un capitán de la armada de Elion, entendieron lo que estaba ocurriendo y sus expresiones se tensaron. Dejar pasar a un polisón bien podría interpretarse como ayudar a un extranjero a infiltrarse en el reino si no aclaraban las cosas de inmediato. 

Rigrit por su parte notó como el hombre no apartó su mirada de ella incluso cuando se suponía que era invisible. Al observar con más detalle se dio cuenta del monóculo que estaba usando y que emitía un brillo sutil, casi imperceptible, de magia que asumió era el motivo por el cual podía detectarla. Asombrada de que existiera semejante pieza de tecnología mágica capaz de ver a través del hechizo de invisibilidad de más alto nivel, pero sabiendo que no podía hacer mucho sin empeorar la situación decidió evitar la confrontación por el momento. 

Desactivando su ocultamiento y descendiendo lentamente se detuvo frente al hombre del monóculo. Era alto y fornido con cabello y ojos de color aguamarina, vestía una armadura ligera de escamas azules y en su cadera colgaba una espada curva, en su pecho el escudo del reino resaltaba y justo debajo un tridente estaba dibujado señalando su afiliación a la marina. 

- En nombre de Lord Qualic, Sombra del mar y encargado de las costas de Elion, quedas bajo arresto - pronunció el hombre apenas Rigrit aterrizó e inmediatamente varios soldados con armaduras parecidas, aunque menos ornamentadas que la de él, la rodearon apuntándola con sus extrañas lanzas de dos puntas. - Por ahora vendrás con nosotros y, luego de que des tu declaración, decidiremos tu castigo. Si no haces que las cosas sean difíciles al menos me aseguraré de que no seas tratada con rudeza a tu edad.

Con un movimiento rápido un nuevo talismán fue arrojado hacia ella, pero esta vez no lo esquivó y al ser alcanzada su cuerpo se vio cubierto de diversas runas que, después de brillar por un segundo, parecieron desaparecer, pero su efecto fue aterrador. 

El monóculo era parte del equipamiento estándar para los puntos de control de acceso en la isla, la idea surgió durante los primeros años de existencia del reino (Yggdrasil) y fue encargada por Lady Tiaamat a los artesanos rúnicos del reino que finalmente fueron capaces de crearlos. 

En cuanto al talismán, era un sello rúnico creado por los eruditos basado en las ideas de Lady Morgan capaz de bloquear temporalmente el maná de alguien, aunque eventualmente perdería su efecto, los sellos habían sido actualizados y optimizados desde la llegada a este mundo de tal forma que su efecto permanecería durante media hora, tiempo suficiente para llevar a Rigrit a la prisión donde las runas inscritas en todas partes impedirían el uso de sus poderes. 

Al darse cuenta de su incapacidad para usar magia en ese momento Rigrit finalmente comprendió la magnitud del peligro en el que se encontraba, pero sabiendo que no tenía opciones para escapar decidió cooperar por el momento, después de todo no era la primera vez que era capturada por el enemigo en su vida y, gracias a dios, su apariencia era la de una anciana lo que le evitaría el destino de la mayoría de las mujeres en su posición. Por supuesto, no podía asegurar que la Isla Soberana de Elion recurriría a semejantes actos, pero tampoco podía descartarlo por completo. 

Suspirando para sus adentros Rigrit fue escoltada por el capitán Leiner (escuchó a uno de sus subordinados diciendo su nombre) hacia un edificio cercano dónde se encontraba tanto las oficinas administrativas como la prisión del muelle. Esperaba poder salir de esa situación pronto ya que si no lo hacía no estaba segura de cómo actuaría Tsa. 

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Wenaaaassss

¿Qué tal el capítulo? Estoy teniendo un gran problema: tengo muchas ideas para mi historia, pero por algún motivo no consigo darles forma al momento de escribir lo que ha retrasado mucho el progreso del libro y me ha mantenido enormemente frustrado.

En un rato subiré otro capítulo como compensación por el largo tiempo ausente y espero poder escribir al menos un capítulo nuevo hoy, deséenme suerte.

Si les gusta la historia dejen una reseña y una piedra de poder.

Dejen sus opiniones en los comentarios.

Nos vemos!!!!

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