El campo de batalla estaba plagado de gritos por todos lados, gritos que reflejaban la angustia, el esfuerzo y las fervientes ganas de vivir de cada individuo. Pero, de tantos gritos que iban y venían, solo dos se han escuchado de extremo a extremo por todo el lugar.
El primer grito fue el de Albert al ver cómo su hijo iba a ser asesinado sin él poder hacer nada, y el segundo grito que le siguió fue el de Aron.
Aron estaba en una posición perfecta dónde presenció cómo su pobre hijo fue apuñalado por la espalda y asesinado en el acto. Su frustración, tristeza y enojo se combinó en un grito desgarrador que incluso lo llegó a ahogar.
Klarer volteó la mirada en ese momento y pudo notar la situación. A él le dió igual, incluso se llegó a alegrar porque al fin su oponente estaría destruido mentalmente y le sería más fácil matarlo.
Adam cuando escuchó el grito de Albert, sabía que de todos, el sería el único que llegaría a tiempo para salvarlo. Él era casi ignorado y por su tamaño, se le hacía más fácil esquivar a los bandidos.
Adam había aprovechado su situación y corrió lo más rápido posible hacia donde estaba Light. Todo fue muy rápido para él, tanto que la única manera que se le ocurrió para salvar a su amigo, fue utilizarse cómo escudo.
A él no le importó, incluso sintió una pizca de heroísmo. Su mente solo se concentro en correr y salvar a Light.
Brostor es un bandido a quien le gusta matar, ese gusto combinado con su desenfrenado enojo hizo que no se diera de cuenta cuando Adam se posicionó en frente de él.
La espada logró atravesarlo y al cabo de breves momentos, terminó muerto.
Todo sucedió muy rápido y a nadie le dió tiempo para reaccionar. Light seguía aturdido por la repentina muerte de su amigo. Él había escuchado el grito desgarrador de Aron, pero lo ignoró.
La mente de Light estaba divagando entre pensamientos a velocidades extremas. Recuerdos donde él y Adam disfrutaban de agradables tardes y se peleas amistosas. Momentos donde Light y Adam charlaban tranquilamente y justo el momento donde Adam le confesó su futuro.
Adam quería ser alguien reconocido en todo su pueblo. Quería valerse por si mismo y que nadie lo tratara como un niño, como un joven.
Él mismo sabía que no tenía el talento como Light y Helleans, sabía que no saldría de su pueblo por mucho que se esforzará. Aún así, decidió forjar su propios camino así sea vivir estancado en su lugar de nacimiento, lo cual no le parecía nada mal.
Sin embargo, la vida nunca fue justa y el destino mucho menos.
Adam murió frente a los ojos de la persona que juró internamente vencer algún día, cedió su vida a costa de una mejor. Ese fue su último pensamiento.
Aron se encontraba inmóvil en su lugar, su mente divagó entre la tristeza para aterrizar y clavarse en el odio y enojo.
Sus ojos se inyectaron en sangre y su expresión facial gritaba su furia descontrolada.
Klarer sintió un aura amenazante y volteó para enfrentarse al ataque de Aron. Klarer bloqueo la espada pero fue impulsado hacia atrás por todo el suelo. Se sintió sorprendido por la abrumadora fuerza que demostró tu oponente y cuando quiso levantarse, observó cómo Aron salió disparado hacia Brostor.
—¡¡MALDITO BASTARDOOO!! —gritó Aron mientras corría hacia Brostor.
Aron solo tenía un pensamiento en su mente, ese era asesinar a cómo de lugar al cabron que mató a su querido hijo.
Todo el campo de batalla había presenciado el acto de sacrificio, nadie quedó impune ante el grito que Aron había dado. Albert estaba igual de sorprendido, incluso sintió como la sangre de sus pies se enfriaba y como su espalda sudaba frío.
Lastimosamente él no tuvo la oportunidad que tenía Aron, de estar cerca de los niños y lograr llegar a ellos. Sorco lo tenía bloqueado y no lo dejaba ir.
Aron se abalanzó hacia Brostor y este arrugó la cara. Una de las cosas que más odiaba era pelear con personas sin razonamiento alguno.
Sus patrones se ataques eran desenfrenados y sin ningún tipo de sincronización. Eran un fastidio para él.
Aron atacó como loco, buscando por instinto el momento adecuado para darle un golpe mortal a Brostor. Este solo esquivaba ataque tras ataque mientras su indiferente era mostrada en su rostro.
—Que patético —expresó Brostor entre su aburrimiento.
Brostor lanzó una patada contundente al pecho de Aron, haciendo que este cayera al suelo de forma brusca.
Aron sintió como su cabeza daba un vuelco haciéndolo volver en si. Intentó levantarse entre toses pero el golpe que recibió fue fuerte. Aron no aguantó más y empezó a llorar por la muerte de su hijo, de rodillas frente al hombre que lo asesinó.
Light aún seguía en blanco. Alguien murió, ese alguien no era un alguien cualquiera, era un amigo que apreciaba mucho. Adam murió por su insensatez, su incompetencia, su imprudencia, por su mentalidad de curiosidad. Esas razones son las que más lo hace divagar entre pensamientos negativos.
¿Estuvo bien hacer lo que hizo? ¿Debió de llegar y unirse a la batalla?, Obviamente no estuvo bien, nada de lo que hizo entró en el ámbito del razonamiento común. Para Light, saber que lo que hizo estuvo mal y por eso murió alguien apreciado para él, le dolía más.
Aún así, por alguna razón, en lo más profundo de su conciencia, no sintió culpa por venir, él sintió que venir fue lo mejor que pudo haber hecho. Light se sentía confundido.
Pero en medio de esa confusión, seguía una línea de verdad y entendimiento. Entre las personas malas y las bestias salvajes, no había diferencia alguna.
¿No matar a una persona por el simple echo de sentir culpa? ¿La maldad humana y la maldad animal eran diferentes?
¿Que había de diferente en las dos cosas?
Una bestia salvaje asesina para sobrevivir, asesina por instinto. Un humano con la maldad impregnada asesina simplemente porque si, porque quiso y porque gozaba hacerlo. Una bestia salvaje causaba estragos en dónde llegará y el humano malvado también.
Entonces, ¿Para que contenerse con personas así? Light supo en ese momento que ya todo daba igual, Light se cansó de no hacer las cosas bien. Él no le daría perdón y mucho menos tendría piedad contra la maldad que se mostraba ante sus ojos.
Mientras que Aron lloraba por su hijo, Brostor se había empezado a mover para darle el último golpe.
—¡Maldito, ese imbécil es mío! —lo detuvo Klarer de golpe.
—¿Tuyo? ¿Dices que esa plaga es tuya? —Brostor se burló de Klarer mientras se reía—. Míralo, un solo golpe mío lo dejó así. Tu tienes un buen rato con él apenas le veo tres rasguños. ¡Deja de joderme y apártate!
Brostor empujó a Klarer a un lado y este por la fuerza que ejerció Brostor, se movió y casi caía al suelo.
—¡Bastardo de mie...
En ese momento, un calor un poco abrasador envolvió el lugar. Brostor y Klarer voltearon en dirección de dónde provenía tal fenómeno.
¿Sentir calor en un lugar donde no había señales de iniciar un incendio? Se les hizo raro, pero más raro se les hizo lo que vieron al voltear y dar con lo sucedido.
Aron se encontraba de rodillas mientras se tapaba la cara para ocultar su llanto, pero en el momento que también sintió el calor, levantó la mirada, totalmente asombrado.
Poco a poco el calor se fue intensificando hasta llegar a un punto que todos en el campo de batalla lograron notar un brillo inusual que los sacó de sus deberes.
El campo de batalla se detuvo por un breve momento. Los golpes de espadas y gritos secaron y eso llamo la atención de los altos mandos.
Zirion y Holander miraron fijamente el lugar de dónde provenía el brillo y sus mentes solo pensaba en una palabra, "Es en serio?".
Albert y Sorco también siguieron el curso normal de la curiosidad y quedaron impactados, sobre todo Albert, quien no creía lo que sus ojos veían.
—Light, tu...
Susan fue otra persona que no dejó pasar por desapercibido el cambio repentino en el campo de batalla, y cuando presenció el porque de lo que pasó, no pudo evitar taparse la boca nuevamente pero está vez por el asombro e impacto que le causó.
Light se encontraba de rodillas, mirando a la nada. Sus manos desprendían unas llamas amarillas con leves toques de naranja; dichas llamas eran las causantes de que todos quedarán petrificados.
Los ojos de Light habían perdido todo el brillo que tenía antes. Ahora solo mostraba unos ojos vacíos que lo hacían ver más negros y oscuros de lo que ya eran, su mirada era seria y sin expresión.
Light de repente se levantó y con sus manos aún en llamas, susurró:
—Ya no hay razón para ocultar lo que una vez pude haber mostrado desde un inicio —. A pesar de susurrar, lo que dijo se escuchó por todo su alrededor. Su tono era seco y frío—. Ya va siendo hora de acabar esto.
Light cerró los ojos y se posicionó con una pose de ataque. Sus ojos se abrieron y solo mostraban el reflejo de las llamas que poseían sus manos.
Lenear y Marlock detuvieron su intensa pelea para observar lo que pasaba. Lenear tenía un rostro lleno de satisfacción y orgullo, mientras que Marlock poseía una cara llena de asombro y de confusión.
—¿Cómo diablos un niño de su edad logró despertar el núcleo de maná? —Marlock no sabía lo que estaba pasando—. No solo eso, él... Él... ¿Lenear, que maldito fenómeno estabas criando en este miserable pueblo?
Lenear también se encontraba asombrado e impactado. Sentía orgullo claramente, pero o nunca espero que Light llegará a despertar semejante poder.
—Mi pueblo no es miserable, mi pueblo es un terreno bendecido, y eso es algo que no podrás destruir ni en dos vidas.
Lenear se lanzó al ataque sin perder tiempo. El debía de tener atado con más razón aún a Marlock, ya que el repentino acto de Light era muy llamativo. Marlock muy bien podría ignorar a Lenear para ir y asesinar a Light con sus propias manos.
Lenear debía de evitar eso a toda costa. Tenía que proteger con todo su ser al futuro que alzaría a su pueblo a un increíble cambio.
—¡¡Klarer, Brostor, acaben con ese maldito niño ahora mismo!! —rugió Marlock mientras bloqueaba el ataque de Lenear.
Brostor miró a Klarer y Klarer miró a Brostor. Ambos se quedaron con sus mentes en blanco por breves momentos y después reaccionaron.
Klarer corrió hacia Light con su espada en mano. Él entendió lo que su padre quería y por el bien de sus planes, debían de acabar con el niño.
A él no le importó colaborar con Brostor a estás alturas pero, si él mismo acabará con Light de una vez, sería mucho mejor.
Light anterior mente era ágil, rápido y tenía muy buenos movimientos de ataque. Actualmente él había liberado su núcleo de maná y desató el maná que tenía conservado por todo su cuerpo.
Fortaleciendo sus extremidades en gran medida. Ahora no solo era más rápido, más fuerte y más ágil, ahora también sus cinco sentidos se elevaron. Todo eso combinado con el poder de sus llamas, lo hacían una potencial amenaza.
Cuando Klarer llegó hasta donde estaba Light, este solo se movió rápidamente y esquivó el ataque. Light saltó y lanzó una patada al hombro de Klarer, la patada contenía una fuerza que lo sorprendió mucho, incluso llegó a sentir un intenso dolor.
Klarer arqueó el cuerpo debido al golpe y sintió como su brazo derecho se dormía. Él como pudo sostuvo su espada para no dejarla caer.
Light cuando aterrizó al suelo, se disparó de una vez hacia Klarer e intentó propinar un golpe con su mano derecha encendida en llamas.
Klarer se asustó y se sorprendió bastante. Cuando una persona despertaba su núcleo de maná, su cuerpo se invadía de dicha energía y fortalecía todo el cuerpo. El cuerpo de un despertado ya estaba impregnado de maná haciéndolo resistente.
El cuerpo de un despertado y de un no despertado era totalmente diferente. El despertado podría soportar los ataques de magos, claramente no bastante pero resistía lo suficiente como para no quedar incendiado al primer contacto de, en este caso, las llamas.
Un no despertado no poseía dicho fortalecimiento y resistencia en su cuerpo. Las probabilidades de quemarse al acto e incendiarse eran muchas. Es por eso que Klarer se asustó con el ataque de Light.
El puño de Light estuvo a punto de tocar a Klarer. Klarer ya podía sentir el calor abrasador que desprendía las llamas de Light.
En ese momento, Light sintió un ataque que se acercaba a él. Debido a eso, el se frenó y con su pie izquierdo se impulsó hacia un lado y cayó de pie atento a cualquier posibilidad de ataques sorpresas.
Sus manos estaban alzadas mostrando las amenazantes llamas.
—Por imbécil, casi acabas en llamas, tarado. Deja tu mierda y pelea a la par conmigo si queremos acabar con ese niño fenómeno —reprendió Brostor a Klarer.
Brostor sabía cuan peligroso era Light, por ende, no le importó luchar junto a Klarer. Tenían que acabar con Light o todo se echaría a perder.