El grito alertó inmediatamente a Albert, quien se encontraba dandole una fuerte patada a Sorco en el abdomen. Sorco por la repentina patada retrocedió unos cuantos pasos mientras intentaba recuperar algo del aliento perdido.
Albert giró su cabeza en dirección a Susan y buscando cerca de ella, pudo divisar a un Light que estaba ayudando a levantar a Adam quien se había caído del susto.
El primer pensamiento que se le cruzó por la mente a Albert fue, si Light estaba allí ¿dónde estaba su mujer?
Después de procesarlo, se acordó del refugio y que lo más probable es que ella estuviera segura junto a Sara y su hija. Ahora la cuestión estaba en ¿por que demonios estaba su hijo en una batalla como esta donde todo podría ocurrir en un mínimo descuido?
Sin pensarlo dos veces, Albert ignoró a Sorco y decidió correr hacia Light. Sorco como era de esperarse, no pasó por desapercibido la acción de su contrincante y fue directo a bloquearlo.
Albert al ver cómo Sorco lo había alcanzado rápidamente, se enojó e intento quitarlo de su camino con una peligrosa estocada dirigida al pecho. Sorco no era ningún novato sin experiencia, por lo que, con sus dos espadas cortas, bloqueó el golpe y le sonrió a Albert.
—Oye amigo, te veo algo nervioso ¿Todo bien? —el tono con el cual Sorco le habló a Albert claramente tenía una pizca de burla—. Odio cuando mi enemigo se distrae en plena lucha.
—Guarda silencio, y no me vuelvas a decir amigo, bastardo —respondió Albert enojado.
—Jojoh... Cuánta agresividad, ¡eso me gusta!
Mientras Sorco sonreía maliciosamente, empujó con sus espadas cortas a Albert y de forma rápida inclinó la parte superior de su cuerpo hacia abajo mientras daba un giro con su pierna izquierda levantada hacia arriba.
La patada que Sorco le intentó propinas a Albert, iba impulsada con suma velocidad y fuerza. Albert apenas y pudo esquivarlo por poco, y en ese momento que inclinó la parte superior de su cuerpo hacia atrás, notó como en el talón de Sorco, sobresalía una pequeña punta afilada.
—Mierda -exclamó Albert de inmediato mientras retrocedía.
—No te dejaré correr tan fácilmente —le dijo Sorco a Albert.
••••
Light ya había levantado a Adam, Susan por otro lado, con una voz llena de preocupación, llamó a Light nuevamente.
—¡Light, ven aquí rápido!
Light sentía que su Abuela Susan no se sentía alegre por su llegada. Eso era algo de esperarse. Light caminó rápidamente junto a Adam hacia donde se encontraba Susan, mientras los otros guardias se estaban encargando del grupito de bandidos que habían atacado.
—Respóndeme ya, ¿Que haces aquí? —pregunto Susan en un tono que resaltaba lo molesta que estaba.
—Se que está mal que haya venido, abuela Susan, pero... Mi cuerpo me gritaba que tenía que venir si o si, algo en mi pecho me hacía inquietar hasta que no pude aguantar más.
Light se acercó hacia Susan y le explicó un poco. El pobre estaba frente a su abuela con la cabeza hacia abajo, su mano derecha estaba sosteniendo con fuerza su espada. Él en serio sabía lo mal que sería aparecer en una situación dónde la vida corre peligro, pero, tampoco podía ocultar ni evitar ese sentimiento de impotencia y urgencia de querer luchar.
—Mi niño... Entiendo que te sientas frustrado, y muy posiblemente ese sentimiento que tuviste fue algo que cualquier niño amante de la lucha sentiría —Susan sabía que regañarlo fuertemente ya no serviría de nada, por lo que con una voz suave, le siguió diciendo—. Lo que acabas de hacer se llama imprudencia. No conocer la magnitud del peligro y lanzarse con la idea de poder con todo es una acción que solo llevará a la muerte.
Light seguía con la cabeza agachada, sabiendo que su abuela en parte lo estaba regañando por su propio bien, y al mismo tiempo dándole una lección de supervivencia. Adam también estaba allí, a unos pasos de Light, escuchando lo que Susan decía. Él comenzó a comprender que sus acciones estaban llenos de un acto imprudente. Tanto Adam como Light, se sintieron reprimidos al instante.
Light entendió que haber venido solo llevaría a su muerte temprana, pero aún así, algo muy adentro de él le decía que no era así. Light seguía sintiendo un fuerte sentimiento de lucha que aún seguía sin saciar, por lo que con valentía y una fuerte convicción de voluntad levantó el rostro y miró a su abuela fijamente con un semblante serio.
—Se... Se que lo que hice no está bien, se que actualmente puedo sentir como padre y tú están muy preocupados por mi, y también se que este lugar donde se está llevando una lucha por la supervivencia no es un lugar donde un niño de cinco años como yo esté —Light poco a poco iba sintiéndose más valiente y lleno ferviente decisión—. Abuela, aún a pesar de saber todo eso, sigo queriendo luchar y defender lo que también es mío, defender el lugar donde vivo y seguiré viviendo. Ya no quiero sentirme impotente, así que... Abuela, ¡Padre! —en ese momento, Light gritó fuertemente para que Albert también lo escuchara—. ¡Yo voy a luchar con todo lo que tengo y sé, créanme que no decepcionaré a ninguno de ustedes!
Susan se quedó sorprendida y quieta en su lugar. Su mirada era algo que no podía describir el sentimiento que le produjo las palabras de Light. Ella quería seguir regañando a su nieto, pero no podía.
Los guardias al rededor que lograron escuchar las palabras llenas de una fuerte decisión de lucha y valentía, también sintieron algo que los hizo querer seguir luchando sin guardar nada. Albert a lo lejos, escuchó a su pequeño hijo, lo escuchó y simplemente sonrió. Se sentía ampliamente orgulloso de tener un hijo como él.
—¡Vaya niño tan testarudo tienes, Albert! —gritó Zirion mientras que con su espada, empujaba a Holander.
—¡Ni que lo digas! —respondió Albert-. ¡Light, hijo, confiaré en que te mantendrás vivo!
Albert gritó fuertemente lleno de confianza hacia su hijo. Él más que nadie sabía lo bueno que era Light en la lucha, sabía muy bien que su pequeño podía darle cara a cualquier bandido de aquí.
—¡No creas que tienes mucho tiempo para hablar y distraerte! —lo reprimió Sorco otra vez.
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—Veo que los niños de tu pueblo están llenos de suma imprudencia y una fuerte atracción a la muerte —se burló Marlock.
—Te diré algo, y espero que con eso logres cerrar tu apestosa y traidora boca —le refutó inmediatamente Lenear—. Ni tú ni yo, somos la mugre de una uña al lado de ese niño cuando se trata de talento. Quiero que apartir de ahora, observes como tus bandidos caen ante los pies de un niño de cinco años.
Marlock aún seguía con una sonrisa burlona en su rostro, pero aún así no reprochó las palabras de Lenear. Para que ninguna persona regañara a más no poder a ese niño, y que simplemente presuman lo bueno que es, sin duda dejaba mucho que pensar. Y eso era algo que Marlock no podía hacer en estos momentos mientras se enfrentaba a Lenear.
••••
Adam escuchó cada palabra que su amigo había dicho. Su pecho por alguna razón se llenó de un deseo de lucha y todo el nerviosismo que tenía había desaparecido, él ya se sentía aún mejor que antes para pelear.
Susan soltó un suspiro que representaba la resignación absoluta, por lo que con una sonrisa le dijo a Light:
—Ya oíste, espero que luches con todo lo que tienes, y quiero que te graves esto en la mente. Si llegas a sufrir una herida fuerte, debes de venir a mi inmediatamente, lo mismo va para ti, Adam.
—¿Ah?.. si, entiendo, señora Susan —respondió Adam un tanto aturdido.
—Abuela, ¿Aún piensas que soy imprudente? —preguntó Light mientras sonreía inocentemente.
—Si, aún lo pienso -contestó ella mientras sonreía y acariciaba el cabello cobrizo del niño—. Pero ahora eres un imprudente lleno de valentía.
Light se rió brevemente y después de alejó con Adam para así empezar su tan esperada lucha contra los bandidos. Por fin podría darle lo que el sentimiento de lucha que tenía en su interior quería, al fin iba a tener una buena batalla.
Light y Adam permanecieron juntos, ya que así se les hacía mucho más fácil lidiar con los bandidos. No solo eso, los dos compartían la misma acción de solo dejar inconsciente a sus enemigos. Aún no tenían el valor para propinar el último golpe de muerte.
—Por favor, dejaremos los cuerpos en el suelo inconscientes. Aseguren al final —dijo Light a unos tres guardias que estaban cerca de ellos.
—Claro, no habrá problema alguno —respondió uno al instante mientras sonreía.
A pesar de que Adam y Light solo dejaban inconscientes a los bandidos, eso aún ayudaba mucho, ya que estarían dejando fuera de combate a más enemigos y eso hacía que el bando de los guardias tomarán más dominio en el terreno.
Ellos también entendían que, Adam y Light aún eran niños, por lo que no pensaron en exigirles de más. Ya mucho hacían con poner su vida en peligro mientras ayudaban a su pueblo.
Un bandido notó como Light iba quedando un poco retirado de Adam. El bandido enseguida corrió hacia Light con una sonrisa. El pensamiento que se le cruzaba por la mente era la de tener una satisfacción al matar a un niño que se cree héroe.
Rápidamente llegó enfrente de Light y con su espada le encestó con corte vertical hacia abajo. Light al sentir una presencia hostil, reaccionó de inmediato y esquivó el corte.
La mente de Light estaba totalmente activa. Light no dudó en usar desde un principio su ya perfeccionado juego de pies "danzar de gacela" para tener una mayor agilidad y rapidez. También llevó sus sentidos al máximo, logrando así tener ese instinto de reacción ante un peligro amenazante.
Light sentía que si lograba luchar muy bien así, no había necesidad de mostrar su mejor haz. Light incluso empezó a usar sus técnicas de espada para tener una mayor probabilidad de victoria. Él lo había dicho anteriormente, que iría con todo.
El bandido se sorprendió al ver cómo un pequeño niño había esquivado su ataque. Pocos segundos después, notó como ese mismo niño desapareció y de posicionó atrás de él.
Light no quería perder el tiempo con un bandido. Él quería terminar todo lo más rápido posible.
Light al estar detrás del bandido, con una fuerte patada en la parte trasera de la rodilla del bandido, hizo que el mismo cayera arrodillado en un pie y sin tardar mucho, Light golpeó su nuca para dejarlo inconsciente.
Light sabía que un simple golpe no sería suficiente, así que con suma fuerza, dejó al enemigo noqueado.
Al terminar con su contrincante, corrió hacia otro. Light era rápido, muy rápido, y debido a su tamaño, pasaba casi desapercibido en un mar lleno de gritos, batallas y sonidos de armas chocando. Eso le facilitaba más el trabajo.
En pocos minutos, Light ya había derrotado a cuatro bandidos. Los guardias que habían quedado libres, no dudaron en darle el último golpe a esos bastardos ya caídos y luego retomaban otra pelea más.
Con tal cambio en la batalla, la victoria hacia el lado de los guardias era más notoria.
••••
Marlock mientras cruzaba espadas con Lenear, de vez en cuando miraba a sus tropas y podía notar como iban disminuyendo poco a poco. Eso lo frustró bastante.
Marlock apretó los dientes del enojo que sentía y con fuerza, desvió un corte de Lenear y con su mano izquierda, le dió un fuerte golpe en el rostro a Lenear, haciendo que este retrocediera y cayera al suelo.
—¡Malditasea! ¡¿Que mierda creen que hacen?! ¡Vayan y maten a ese mocoso de mierda! —gritó Marlock ya descontrolado por culpa de la ira—. ¡Acaben con todos los bastardos de Lenear, con un carajo!
Los bandidos al escuchar el grito de su líder, podían notar lo furioso que estaba. Rápidamente un grupo de tres bandidos corrieron hacia donde estaba Light y lo rodearon.
Los otros bandidos empezaron a atacar con mayor furia y ferocidad. Aunque se sentían ya algo cansados, si no hacían lo que su líder decía, si lograban obtener la victoria, no serviría de nada para aquellos que no dieron todo de si para ganar, ya que serían asesinados de igual manera.
—Hahaha... Veo que ya estar sucumbiendo a la ira que siempre predominó en tí —exclamó Lenear lleno de arrogancia—. Dime, bastardo traidor, ¿Aún sigue en pie las ganas de seguir luchando contra mi pueblo?
—¡Guarda silencio, desgraciado infeliz! —refutó Marlock al instante.
—¿Infeliz? ¿Yo?, Para nada, déjame decirte que el único infeliz en esta vida eres tú, Marlock.
Lenear se encontraba ya parado a unos cuantos pasos de Marlock, el anciano estaba de pie mientras apoyaba con su espada. Lentamente llevó su mano al interior de su bata y se allí sacó pequeña botella transparente con un líquido rojo oscuro que contenía dicha botella.
Marlock reconoció la botella y se sorprendió un poco, pero, poco después esa sorpresa en su rostro se desvaneció y lo reemplazó por una sonrisa llena de satisfacción.
—Con que no solo posees la espada Avaricia plateada, si no que también te atreves a presumir nuestro premio de aquel entonces —dijo Marlock.
—La palabra "nuestro" me suena a muchos. Déjame decirte que esto lo conseguí a costa de mi vida mientras que tú solo te hiciste el desmayado después de caer de forma tan patética —reprochó Lenear mientras mostraba la botella—. Esta sangre de bestia salvaje, no, mejor dicho, está sangre de la pantera dientes de acero se me fue otorgado por dar el último golpe.
—Si, si, si. Todo tu, siempre tu, ¡Ya he tenido suficiente con que presumas que tú lo hiciste todo! —Marlock grito ya obstinado—. ¿Sabes algo? Yo también tengo un tesoro muy bueno —el tono lleno de arrogancia y felicidad con el que habló Marlock levantó una sospecha en Lenear, quien miró en todo momento—. Observalo, esto es una simple maravilla.
Marlock de su bolsillo sacó un objeto que si mirabas bien, podías identificarlo. Lenear se sorprendió bastante al darse cuenta de lo que era.
—¡Tu! ¡No puede ser!